LÁS AGUILAS GANARON EN TORREÓN Y VAN ANTE LA MÁQUINA EN CUARTOS DE FINAL
Con un gol de Guido Rodríguez, las Águilas vencieron a Santos y se medirán a La Máquina en cuartos
Las especulaciones se acabaron de un plumazo, cuando parecía que América se daba por satisfecho, que le sentaba bien medirse a Toluca en los cuartos de final, todo cambió. Los Diablos no serán el rival de las Águilas, sino un viejo conocido: Cruz Azul. Un gol de Guido Rodríguez sirvió para vencer a Santos y devolverle la tercera plaza al cuadro americanista, ese tanto, también, lo emparejó con La Máquina para en el arranque de la Liguilla.
El trámite del partido de ayer daba la impresión de que los de Coapa se sentían plenos al medirse a Toluca, parecía que en su cabeza no estaba la idea de cruzarse con Cruz Azul, como si fuera mejor evitar esa batalla que demandará una gran versión de ambos.
El de ayer fue un América que jugó a marcha lenta, como lo ha hecho las últimas semanas, sin encontrar profundidad, le cuesta al conjunto de Miguel Herrera ser el que gobierne los partidos. No vive sus mejores horas el cuadro americanista y eso se nota en su desempeño.
El tanque de gasolina que lucía lleno hace unas semanas ha SANTOS AMÉRICA presentado una fuga que no se ha logrado corregir, habrá que ver si en estos días se encuentran las soluciones pertinentes a esos bajones futbolísticos muy marcados, la Liguilla no concede tregua y si no se presenta un futbol de alto nivel te vas de vacaciones en las primeras pulsaciones.
En los últimos días, el Piojo ha ido recuperando gente, su prioridad es que todos lleguen en plenitud a los duelos de media semana, ayer Renato Ibarra se quedó en la grada, a la Comarca viajaron diez extranjeros y fue el ecuatoriano el que no fue parte del equipo inicial.
Pese a eso, el cuadro amarillo fue el primero en chutar a gol, un tiro de Oribe Peralta dio en el palo cuando apenas iban dos minutos de juego. La respuesta lagunera llegó a través de Djaniny Tavares, el de Cabo Verde montó una buena jugada en la que fue dejando rivales por el camino, pero Marchesín acabó con su intención de hacer daño.
Lo que vino después fue un juego somnífero, muy peleado en el medio campo, sin alguien que pudiera ser esa chispa que lo incendiara con una buena acción, América no se estresaba iba a un ritmo bajo, sin determinación, no les incomodaba ceder la pelota y se mantenía a la contra. Salvando algunas acciones que amenazaban su portería, como un tiro de Osvaldo Martínez que dejó el rebote para Julio Furch, pero el cabezazo del argentino se fue por encima del travesaño. La película no cambió en el complemento, solo tuvo algunos esbozos, ninguno se agitaba. No parecía un partido de última jornada sino uno de pretemporada.
Hasta el minuto 79 todo sereno, todo calmo, el juego era un mar quieto, hasta que vino una pelota que Guido Rodríguez tomó con la pierna derecha, le metió todo el empeine al balón y éste se convirtió en una raya imparable para Jonathan Orozco.
Las cosas cambiaron de manera súbita. Lo que se viene en la Liguilla es una serie que arrojará pasión en estado puro, dos juegos para templarse, no hay mejor rival para crecer el peldaño emocional, si América quiere llegar al título, debe mostrar su mejor versión en un clásico que este torneo dominó en Liga y Copa. Si Cruz Azul quiere romper la enorme sequía de casi 20 años sin gloria, no tiene mejor rival que los de Coapa para dar un paso muy, muy serio.