Amor y odio con Estados Unidos
En 2015, Trump comenzó a buscar la presidencia de Estados Unidos. Y en 2017, tras ganar las elecciones, asumió esa presidencia. México fue, desde el principio, uno de los enemigos más visibles de su demagogia (nos llamó narcos, violadores y asesinos, y prometió levantar un muro para sellar nuestra frontera con Estados Unidos). Hoy nos sigue amenazando con construir un muro, deportar a millones de compatriotas y reventar el acuerdo que, en alto grado, explica nuestra buena relación con los estadunidenses por cerca de un cuarto de siglo: el Tratado de Libre Comercio con América del Norte.
Por todas estas razones, a nadie sorprendió la encuesta que dio a conocer hace poco el Pew Research Center, levantada a partir de mil entrevistas en la primavera de 2017. En 2015, según esa encuesta, un 66 por ciento de los mexicanos tenía una opinión favorable de Estados Unidos (y hoy, en 2017, solo un 30 por ciento la tiene). En 2015, asimismo, nada más un 29 por ciento tenía una opinión desfavorable de Estados Unidos (y hoy, en 2017, un 65 por ciento la tiene). “La brusca animadversión es más impresionante porque viene de una tendencia estable, casi una época, de buena opinión sobre un vecino que es el villano de la historia de México”, escribió entonces Héctor Aguilar Camín respecto a la encuesta del Pew Research Center, para agregar que, sin haber materializado aún sus amenazas, Trump había invertido las tendencias de la simpatía de México hacia Estados Unidos.
Por eso me sorprendió el titular de un artículo publicado ayer en el Financial Times: “El afecto mexicano hacia Estados Unidos sobrevive, a pesar de Trump”. Pero el artículo tiene razón. No obstante que la opinión negativa de Estados Unidos ha crecido en nuestro país desde que Trump asumió el poder, los productos estadunidenses siguen siendo populares en México. Este fin de semana, cerca de 100 mil espectadores llenaron el Estadio Azteca para ver jugar a los Raiders de Oakland contra los Patriotas de Nueva Inglaterra. Los mexicanos son, observa el Financial Times, los más grandes fanáticos de la NFL, fuera de Estados Unidos. El partido fue patrocinado por Banorte, el más grande banco mexicano en el país. Es sabido que los Patriotas apoyaron públicamente a Trump. Su entrenador acaba de hacer este comentario: “Somos afortunados de que no hubo erupciones volcánicas o terremotos cuando estábamos en México” (fue citado en la primera página de un diario que adora publicar, arriba de sus titulares, las noticias de “la NFL”). Entiendo que los mexicanos admiremos todo lo bueno que tiene el deporte de Estados Unidos, como Michael Jordan. Pero es raro que sea tan popular un juego que simboliza al país que eligió a Trump.
El Financial Times cita otra encuesta, esta vez realizada por J. Walter Thompson Intelligence. El 30 por ciento de los mexicanos entrevistados tiene, hoy, una visión más negativa de Estados Unidos que la que tenía antes del triunfo de Trump. Y 58 por ciento tiene una visión significativamente más negativa. Pero los mexicanos, al mismo tiempo, no han dejado de admirar los productos americanos, como Starbucks y Coca-Cola, y como Coco, la película animada más vista en la historia de México. Los productos estadunidenses tienen una aprobación de 83 por ciento en México, según el estudio de J. Walter Thompson Intelligence. Tres cuartas partes de los mexicanos piensan que las marcas estadunidenses son cool y más de dos tercios creen que son sinónimos de buena calidad. M *Investigador de la UNAM (Cialc)
Tres cuartas partes de los mexicanos piensan que las marcas americanas son cool