Celebra la Muestra Nacional de Teatro un retorno a lo popular
Con una especie de retorno a las tradiciones populares, arrancó la edición 38 de la Muestra Nacional de Teatro (MNT), la noche del jueves en el mismo sitio donde se inició hace 39 años.
El Teatro Manuel Doblado se ha convertido en una suerte de epicentro de la actividad escénica en México, pues como dijo la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, Lidia Camacho, al encabezar el acto: “Si aquí se efectúa el diagnóstico del teatro en México, el teatro a su vez emprende un diagnóstico de la realidad de nuestro país”.
Nada más elocuente en esta presentación, pues los dos recono- cimientos con la Medalla Xavier Villaurrutia por su destacada aportación al teatro mexicano fueron para exponentes de actividades escénicas más ligadas a lo popular. El primero de ellos, Tito Vasconcelos, icono del teatro de cabaret con una trayectoria de 50 años en los escenarios. El otro premiado es Marco Antonio Pétriz, quien actualmente celebra los 30 años de su compañía El Grupo Teatral Tehuantepec, agrupación que forma a sus actores, salidos de esta comunidad oaxaqueña.
Otro ejemplo de este retorno a lo popular es la programación. De las 38 obras provenientes de 18 estados, la elegida para abrir el encuentro fue No ser sino parecer, pieza en verso que rememora el teatro de carpa a cargo de la compañía Julias Teatro. El cierre del foro, el sábado 2 de diciembre, correrá a cargo de la obra La Prietty Guoman, también un montaje de cabaret.
Al referirse a este tipo de expresiones populares, César Enríquez, escritor, director y actor de La Prietty Guoman, aseguró que “esto es signo de nuestros tiempos: históricamente estas formas de hacer teatro han tenido mayor auge en tiempos de
“Históricamente estas formas de trabajar han tenido mayor auge en tiempos de crisis”
guerra, tiempos de crisis… como las que vivimos ahora en nuestro país”, dijo.
El acto de inauguración del encuentro fue deslucido y un tanto caótico, porque las medallas fueron entregadas sin que los galardonados tuvieran un espacio para ofrecer sus discursos. Esto fue interpretado como una grosería por parte de la comunidad teatral.
La intervención que caló hondo estuvo a cargo de Sara Pinera, miembro de la dirección artística de la MNT, quien hizo un recuento de lo que a ella, como leonesa anfitriona, le hubiera gustado hacer para recibir a los invitados. Aseveró que esto era imposible porque los proyectos culturales, verdes y de convivencia no son la prioridad para las autoridades estatales y locales. m