La Cumparsita celebra cien años de historia
La pieza de Gerardo Matos Rodríguez debutó en 1917 en el Bar La Giralda
Miles de personas vivieron una velada delirante en el homenaje que Uruguay rindió el sábado a Gerardo Matos Rodríguez, quien en una noche de sueños y pesadillas provocados por una intensa fiebre, se inspiró hace cien años para crear La Cumparsita, el tango más famoso del mundo.
Cerca de 18 mil espectadores acudieron al Estadio Centenario para presenciar El Delirio, un espectáculo organizado por la intendencia de Montevideo y producido por Coralcine, que sin discursos ni presentadores habló por sí mismo a través de la música y la danza, así como con la proyección en grandes pantallas de una película muda en blanco y negro.
Cerca de 120 artistas viajaron desde el pasado para relatar la vida del compositor uruguayo y la suerte de su obra más importante, también conocida como “el tango de tangos”, en un escenario montado con luces y efectos especiales a manera de cabaret.
El despliegue artístico alucinó al público con interpretaciones que fueron del candombe –ritmo de tambor de los esclavos negros que llegaron a Uruguay–, las percusiones de Rubén Rada y el sintetizador de Hugo Fattoruso, a la innovadora versión electrónica de La Cumparsita de Bajo Fondo, el colectivo más importante de la región de Río de la Plata, formado por artistas de Uruguay y Argentina.
La voz profunda de Malena Muyala o de Tabaré Leyton, referente de la nueva movida tanguera emocionaron al público, lo mismo que la pasión del baile de tango de la argentina Mora Godoy. La orquesta El Arranque tocó La Cumparsita como música de fondo durante la representación de un Matos angustiado que deliraba por una fiebre provocada por la tuberculosis, en una cama de unos seis metros que fue colgada de cuerdas en medio del escenario.
La historia cuenta que al despertar de ese sueño, Matos pidió a su hermana que le ayudara a poner en papel las notas que él iba mostrándole apoyado en un cartón pintado con teclas del piano y silbando la melodía, pero cuando ella descubrió que se había tratado de un tango, una música que solo se escuchaba en burdeles, quedó ofendida para siempre.
La pieza debutó con éxito en abril 1917 en el bar La Giralda de Montevideo y poco después Matos decidió vender los derechos a una casa editora de Buenos Aires. Los 20 pesos que le pagaron los perdió en las carreras de caballos, poco antes de que La Cumparsita tomara su vertiginosa trayectoria hacía la fama. m