ENTREVISTA CON CARRÈRE ALFREDO CAMPOS
“¿Musas? No, con la realidad me basta”
Su primera vez en México ha sido un vértigo. Desde el primer momento en el estrado, el sábado pasado en la ceremonia de premiación de la FIL, Emmanuel Carrère (París 1957) lanzó un guiño irresistible al público al lamentar que el premio que acababa de recibir, el de Lenguas Romances, ya no se llame Juan Rulfo. La ovación estaba garantizada.
Pero ese día se dio tiempo para asistir a la comida que ofreció la comunidad madrileña y más tarde al coctel en su honor, en el que no se abstuvo de bailar al ritmo de salsa y brindar con los asistentes. No faltaron apapachos al festejado, uno que dice adoptar nuevas reglas para cada obra y que se sabe elegido por los personajes. Un autor que, en sus palabras, es un retratista que acomete la labor de escudriñar en la complejidad humana soslayando la ficción. “No soy un gran bailarín, pero cuando uno se encuentra en una recepción tan amigable, uno se desinhibe. Más bien soy un mal bailarín, pero cuando uno está en una acogida tan cálida, uno lo hace con gusto”, comparte.
En entrevista con MILENIO, pantalón y camisa de mezclilla, suéter desabotonado, el escritor evoca su adiós como novelista de fantasía y terror, reivindica su papel de reportero antes que de analista, niega poseer una técnica única para su obra y descarta la inspiración de las musas: “con la realidad es suficiente”.
Estoy seguro de que conoce dos o tres escritores mexicanos aparte de Rulfo, de quien ya ha hablado.
Bueno, conozco a los grandes autores mexicanos como Octavio Paz y Carlos Fuentes, pero muy poco a los de mi generación o a los que son más jóvenes, aunque desde hace unos años he leído y descubierto algunos. Por ejemplo, el domingo estuve con varios escritores mexicanos y había algunos que yo había leído, como Guadalupe Nettel y Emiliano Monge, sus libros me han gustado y me han tocado profundamente.
Borges dejó de leer a los autores de su época cuando tenía 40 años y Vargas Llosa hizo lo propio quizá un poco más grande. Ahora que es un autor muy conocido, ¿no prefiere solo a los clásicos?
Leo muchos autores actuales, lo cual no me impide leer a los grandes clásicos. Pero me encanta leer a los escritores que son mis contemporáneos, con quienes he vivido los mismos años, con muchos los mismos sucesos. Me gusta estar al tanto de lo que se hace actualmente en literatura.
¿Es el periodismo un género literario?
Sí, lo es desde mi punto de vista, lo cual no quiere decir que todos los que hagan periodismo hagan literatura. Pero, sin duda, el periodismo puede ser literatura. Por ejemplo, me puse muy contento cuando le dieron el Premio Nobel a Svetlana Aleksiévich (2015), porque pienso que es una gran escritora, pero es fundamentalmente una periodista. Me pareció increíble que le dieran este galardón a una periodista. Y hay varios como ś ń Ryszard Kapu ci ski y muchos más. Sin duda el periodismo puede ser un género como el teatro, la poesía, la novela. Un género que nos cuenta cosas que son reales, que se pueden verificar. Es un trabajo que tiene que ver mucho con la literatura y que me gusta mucho.
A propósito de Aleksiévich, ¿qué pensó de que le dieran el Premio Nobel a Bob Dylan?
Me encantó. Me gusta mucho Dylan, y me parece indiscutible que los textos de muchas de sus canciones son en verdad poesía. Y bueno, lo apruebo.
“Creo que con cada libro encuentro reglas diferentes”, señala el narrador francés