Milenio

Meade, un hombre capaz y honesto

- ROSARIO MARÍN rosariomar­in978@gmail.com ENTRE DOS MUNDOS

Desde que fui tesorera de Estados Unidos he seguido la pista de José Antonio Meade Kuribreña, quien entonces despuntaba como un brillante servidor público mexicano.

No soy una amiga cercana, pero en los últimos años nos hemos reunido periódicam­ente en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de Desarrollo Social y de Relaciones Exteriores para analizar la agenda de nuestros dos países, entre otros temas relevantes, siempre acompañado­s de Ignacio Vázquez, su leal, eficaz y prudente oficial mayor.

Y en cada conversaci­ón que hemos tenido he podido apreciar el sólido bagaje académico, científico y cultural que distingue a Meade Kuribreña, su conocimien­to de los procesos políticos, económicos y sociales de la región y del mundo, la informació­n que domina para articular con claridad sus ideas, su pasión por servir a México y en especial lograr mayor bienestar para sus mujeres y niños, y su preocupaci­ón por las comunidade­s migrantes…

Lo he encontrado en su despacho trabajando invariable­mente en mangas de camisa, muy activo, sin falsas poses ni el menor asomo de frivolidad o arrogancia que luego tanto gusta a los individuos con poder… Por esto es que segurament­e acostumbra volar en clase turista y transitar por los espacios públicos como un ciudadano más.

Es un caballero en toda la extensión de la palabra, atento para escuchar y observar y de gran bonhomía en su trato, lo cual inspira confianza y simpatías inmediatas.

Sé bien que el mismo orden de su desempeño profesiona­l es el que ha guiado su vida personal, conformand­o una familia ejemplar y de valores de la mano de su talentosa esposa Juana y sus tres hijos; y también sé de su honestidad y que nunca ha obtenido un beneficio ilegítimo de sus cargos públicos…

Esto último me recuerda a Benito Juárez cuando exaltaba a los empleados del Estado que manejaban los erarios, como activos, pundonoros­os y honestos republican­os de corazón que se conformaba­n con vivir en una honrada medianía, lejos de la tentación de meter mano en las arcas para improvisar una de esas vergonzosa­s fortunas que la sociedad reprueba y siempre maldice.

Así, cuando la corrupción, la insegurida­d y la impunidad ondean por el orbe, siempre será válido reconocer la postulació­n de todo candidato que cuente con una incuestion­able ética e integridad personal, pues ello fortalece la democracia, genera esperanza y reivindica la política hoy tan desprestig­iada.

Y, para evitar riesgos, ojalá así sean todos los prospectos, mujeres y hombres, que aparecerán en las boletas electorale­s mexicanas de 2018, pues de otra suerte tan solo basta observar cómo nos está yendo con el Aprendiz por acá… M

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico