El pliego de derechos para Cuba de Yoani Sánchez
Sigo con la antología de derechos que Yoani Sánchez reclamó para Cuba, en su cuenta de Twitter, el domingo pasado, día internacional de los Derechos Humanos. Son piezas para el retrato de una tiranía minuciosa. Yoani Sánchez exige: El derecho a que “todo cubano pueda entrar y salir libremente de su país, al margen de sus opiniones políticas y sin que se tome en cuenta su activismo para impedirle abordar un avión”.
El derecho a que “el Código Penal deje de incluir la figura de ‘peligrosidad predelictiva’, que penaliza a aquellos que las autoridades consideran que podrían cometer un delito. Una monstruosidad jurídica, una pesadilla al estilo del filme Minority Report”.
El derecho a que “se respete la privacidad de los pacientes, y que no vuelva a ocurrir que los medios oficiales publiquen grabaciones ocultas o entrevistas con doctores sobre opositores y activistas hechas en los hospitales o consultas de este país”.
El derecho a que “ningún artista sea citado por la Seguridad del Estado para pedirle que se convierta en un delator de sus colegas a cambio de prebendas, la posibilidad de tener un local de ensayo o de poder colar una obra en cartelera”.
El derecho a que “dejen de considerarse delitos con altas condenas acciones como el ‘sacrificio de ganado vacuno’, cuando en realidad los perpetradores de estos actos están evidenciando más la crisis económica y el descalabro material, que un gesto criminal”.
El derecho a que “los campesinos puedan vender directamente el queso, el yogurt y la leche que producen sin tener que esconderse, disfrazar sus productos para transportarlos por las carreteras, arriesgarse a que la policía decomise su mercancía”.
El derecho a “disfrutar de la libertad de movimiento dentro de nuestro propio país y para que nunca más alguien de las provincias orientales sea deportado de La #Habana por no tener un residencia legal aquí o tenga que casarse con un habanero para quedarse”.
El derecho a que “se acaben tantas prohibiciones absurdas, como esa de que un cubano residente en la Isla no puede abordar una embarcación, pasear por las costas de su país, conocer desde el mar la cara oculta del Morro de La #Habana”. M