Titular de Banxico se estrena con alza de tasa
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El Banco de México (Banxico) elevó en 25 puntos base su tasa de interés de referencia, de 7 a 7.25 por ciento, debido a la simultaneidad y magnitud de los choques que han venido afectando la inflación y los altos niveles que ha registrado recientemente; además, esta acción se dio tras el alza que el miércoles hizo la Reserva Federal de Estados Unidos a la tasa de los fondos federales, que fue en la misma magnitud.
De acuerdo con el anuncio de política monetaria del Banxico, el principal reto que enfrenta la Junta de Gobierno del organismo central es el de mantener ancladas las expectativas de precios de mediano y largo plazos y reforzar la tendencia descendente de la inflación hacia su meta de 3 por ciento.
El banco central señaló que uno de los miembros de la Junta de Gobierno votó por incrementar la tasa en una magnitud de 50 puntos base, no obstante, la mayoría votó por el alza de 25 puntos.
Al considerar el impacto de los choques que ha enfrentado la inflación, así como el efecto del incremento al salario mínimo que entró en vigor en diciembre, en lugar de enero, se anticipa un cierre para la inflación general anual de 2017 mayor a la cifra de noviembre; y se prevé que la convergencia al objetivo de 3 por ciento será más lenta que la que se anticipaba, con lo cual se espera que la inflación alcance niveles cercanos al objetivo a finales del próximo año, y que fluctúe alrededor de dicho nivel en 2019.
Este escenario está sujeto a riesgos, entre los que destaca, una depreciación de la moneda nacional en respuesta, entre otros factores, a una evolución desfavorable del proceso de negociación del TLC, a una reacción adversa de los mercados a las acciones de política monetaria o fiscal en los Estados Unidos o a volatilidad asociada con el proceso electoral de 2018
Además, otro riesgo es que los precios de los bienes agropecuarios y de los energéticos, en particular del gas LP, presenten presiones adicionales.
En materia de crecimiento económico, el Banxico indicó que en el tercer trimestre de 2017, la economía mexicana registró una contracción, debido tanto a la desaceleración que se ha venido observado en algunos componentes de la demanda agregada desde finales de 2016, como a los efectos adversos, de carácter temporal, que tuvieron los sismos y la importante reducción en la plataforma de producción petrolera en septiembre. m