Se aproxima la etapa más dura del brexit
Los dirigentes de la Unión Europea (UE) aprobaron iniciar las negociaciones sobre su futura relación con Reino Unido tras el brexit, pero advirtieron que la próxima etapa, que incluirá discusiones comerciales, será “aún más difícil”. La primera ministra británica, Theresa May, celebró inmediatamente desde Londres esta noticia que calificó de “paso importante” en el camino hacia un brexit “suave y ordenado” y en “la construcción de una futura relación estrecha”.
El bloque iniciará “contactos exploratorios” con Reino Unido después de que sus 27 socios constataran “progresos suficientes” en la negociación consagrada a pactar los términos del divorcio, anunció el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk.
Aunque esta aprobación abre la puerta a la nueva fase de discusiones, los europeos quieren dejar el tema comercial para marzo y centrarse primero, desde enero, en un periodo de transición de dos años tras la salida de Reino Unido prevista el 29 de marzo de 2019.
Este nuevo periodo será “más difícil” que el primero, dijo el titular de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien selló el acuerdo de divorcio con May hace una semana.
Una opinión compartida por la dirigente alemana, Angela Merkel, que afirmó que, aunque se han hecho progresos, las futuras negociaciones serán “aún más duras”.
Para lanzar esta nueva fase de negociaciones que determinará la futura relación, la UE exigía avances sobre la frontera británicoirlandesa, los derechos de ciudadanos expatriados y la liquidación financiera.
Los negociadores de la UE y de Reino Unido deben cerrar los fle- cos de las prioridades del divorcio en negociación, sobre todo en lo que concierne a la situación de la frontera en la isla de Irlanda. “Se nos dice que no puede haber una frontera entre Irlanda y la (británica) Irlanda del Norte”, ni entre esta última “y Gran Bretaña”, pero que “entre Reino Unido y Europa se necesita una”, dijo el mandatario austríaco, Christian Kern.
Finalmente, el primer ministro de la República de Irlanda, Leo Varadkar, abogó por que el acuerdo de transición tenga una duración “a dos años” y no sea renovable, para evitar así que los británicos queden en un “limbo europeo”.m