Kim Jong-un sentirá envidia
Después de la Roqueseñal, que se convirtió en un símbolo mítico del triunfo de las instituciones oficiales, de la unidad tricolor y de la justa algarabía que significaba para el sistema aumentar el IVA para beneficio de los mexicanos, aunque estos carecieran de la bonita costumbre de agradecer los servicios prestados (igual que con el anatocismo, el Fobaproa, el rescate carretero y tantas maravillas que los amigos millennials algún día sabrán valorar), no había tenido la oportunidad de ver otro ejemplo de júbilo triunfalista tan merecido como el que acaba de protagonizar Gamboa Patrón. Don Emily, frente de los senadores del PRIcámbrico temprano, el Verde dizque ecologista y los mambrús del PAN (Cordero, Lozano y Zuarth, que le han dado un nuevo sentido al abrazo de Acatempan), que han demostrado ser los choznos que don Plutarco habría querido tener, aplaudía rabiosamente, como si un helicóptero hubiera pasado por él, ante el éxito luminoso de la ley de seguridad interior.
Y no era para menos. Se cumpliría el sueño dorado de los priistas fundadores, que le heredaron a su generación la tarea nada inicua de acabar con la disidencia, el anarquismo, el sospechosismo y el libertinaje.
Bien hecho. Aquellos que temían que México se convirtiera en Venezuela pueden estar tranquilos, eso jamás ocurrirá. Pronto nos volveremos la Corea del Norte de las reformas estructureichons.
Y por si fuera poco, los diputados del PRI, que son el patriotismo encarnado, colocaron un tuit regocijante: “Aprobada reforma al Código federal para precisar que se considerará como hecho ilícito la comunicación, a través de cualquier medio, de un hecho cierto o falso que pueda causar deshonra, descrédito, perjuicio o exponer al desprecio de alguien. Pasa al Senado #LoHacemosPorTi”.
Ya no aclararon si lo hacían por Javidú & wife, víctimas terribles del imperialismo del meme porque, tristemente, estos valientes borraron el mensaje luego de que les comenzó a caer el Twitter encima con señalamientos absurdos sobre una nueva ley mordaza que, según esto, atentaría contra el derecho a la libre expresión. Ojalá y esta normatividad sea retroactiva para que todos aquellos que se hayan burlado del “volvido” o pitorreado de Eugenio Hernández, al que los gringos quieren extraditar, purguen una condena en algún gulag del Edomex.
Como van las cosas, Kim Jong-un sentirá envidia. Sobre todo porque es probable que la maestra Gordillo haya salido del tanque para comandar la PGR. M