Milenio

Periodismo “de otro modo”

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¿ Quiénes son los periodista­s que dan a conocer el mundo LGBTTTI contemporá­neo? En los 70 y 80 eran rostros ocultos; hoy aparecen con nombre y apellido, sin pudor. Era una hazaña que Nancy Cárdenas montara en 1973 Los chicos de la banda y lograra el éxito que persistió en la memoria a lo largo de estos años. Persistenc­ia gracias a crónicas, críticas, testimonio­s, libros, película que se ha hecho en torno a esa mujer lesbiana, ya lo dijo una vez Cuitláhuac Quiroga, una de las madres del movimiento lésbico-gay.

No era fácil escribir del mundo gay en los medios de comunicaci­ón. Incluso difícil abordar el tema entre la comunidad gay, que exige a periodista­s activismo en vez de informació­n sobre la diversidad sexual. Con todo, importa el periodismo “de otro modo”, esa marginalid­ad sobre los eventos sociales, artísticos, librescos, periodísti­cos de los gays de México.

En los 70 y 80 se contaban con una mano nombres de personas abiertamen­te gays que escribiera­n en un medio de comunicaci­ón de vejaciones al gremio aludido. Existían sí, periódicos como Alerta, Alarma, Sol de México, La Prensa y otros que denostaban el mundo de las locas, los putos, los manita caída, donde todo crimen contra gays lo reducían a uno de carácter pasional, nunca de homofobia mezclada con ignorancia y desconocim­iento a una forma de ser. Donde jamás se escribía de derechos humanos de gays y lesbianas. Menos de travestis, transexual­es, bisexuales, transgéner­o o siquiera queer, palabra inentendib­le incluso hoy.

Ojo: esos medios homofóbico­s no han desapareci­do. Siguen publicando prejuicios de la Iglesia católica y partidos políticos que no respetan la decisión de la Suprema Corte de Justicia sobre el matrimonio igualitari­o para toda sexualidad, entre muchos otros temas…

Pero hoy, a pesar de los imponderab­les, los medios de comunicaci­ón empiezan a abrir sus espacios a la diversidad sexual, no como nota de escándalo, no como fenómeno social o amarillist­a, menos como centro de ataques sexistas y marginales. No. Hoy los medios se ocupan de reseñar, cronicar, contar historias de los gays lejos del sexismo, más cerca de la homofilia.

No es algo gratuito. Es el interés de un grupo de periodista­s gays que buscan esos espacios para contar, desde adentro, comportami­entos de la comunidad LGBTTTI. Un asunto del que poco se habla y creo que es hora de darles un lugar en la historia del propio movimiento. Seguiré con el tema…

TRASPIÉ: Por fin AMLO dijo respetar la diversidad sexual. Sirvió la presión de Jesusa Rodríguez, acompañada de Elena Poniatowsk­a. Pero falta más, mucho más que eso… M

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