Inseguridad nacional
Fue tan constante y abundante el reproche a la Ley de Seguridad Interior que, hasta la fecha, está pendiente, a pesar de que ya la promulgó Enrique Peña Nieto. El repudio ha sido amplio, incluso internacionalmente.
Es así que el colectivo #SeguridadSinGuerra reprobó abiertamente que la haya promulgado a pesar de que los repudios son muy abundantes. Así se habla de 250 organizaciones de la sociedad civil y más de 100 especialistas que integran el colectivo citado.
Directa y precisamente adujo que no debería haber sido establecida y le dicen a Peña que debió haber sido más cuidadoso: “No promulgar una ley peligrosa y que considera dudosa constitucionalidad”.
Prudentemente, el Presidente se ha frenado y ha hecho saber que no hará uso de la declaratoria de Protección de Seguridad Interior hasta que la Suprema Corte de Justicia se posicione sobre su constitucionalidad. Los inconformes se lanzan sin recato: “Advertimos a la sociedad que la promesa de no emitir, por ahora, declaratoria alguna es una simulación más en este penoso proceso”. La acusación es grave, pues inculpar de simulación es implicar engaño.
Las irritaciones también llegan a imputar desatención, según Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, invitado permanente de la sociedad civil en el CNSP. Se insiste en la desatención presidencial, pues se desoyó a la sociedad civil al promulgar y publicar la ley.
“Evidentemente no escuchó a la sociedad civil (…), no se está escuchando a los que de alguna manera vivimos en el día a día los problemas de la inseguridad, porque nosotros no andamos armados, no andamos en carros blindados”. No solamente se desoyó a estos quejosos que hicieron llegar a Peña una carta donde pidieron escuchar a la sociedad.
Los denunciantes repudiadores de esta ley no son solamente de arraigo mexicano. Amnistía Internacional también lamentó esta legislación.
Peña Nieto dice que en 5 años ha atendido el desafío de la inseguridad (el más grave se dice doquiera). Emilio Álvarez Icaza sostiene que está en el lugar de la vergüenza y dice verdad cuando apunta que la violencia y los baños de sangre son comunes. Margarita Zavala también repudia y lamenta que sea la Suprema Corte de Justicia de la Nación y no él, Peña, el que haga la revisión de este provocador hecho político, pues ciertamente, como dice el artículo 72 de la Constitución, se le otorga esa facultad. También se pide (Luis Wertman Zaslav) que haya un veto técnico o un veto de facto.
De suerte que el asunto tan ominoso está ahora en las manos de la Suprema Corte de Justicia que seguramente hará correcciones radicales y aun imponer los vetos que se le han requerido. ¡Feliz Navidad! M