Álex León, a la loma del campo celestial .... ¡¡¡Fácil!!!
Nunca es sencillo hablar de la partida de alguna persona, y menos si fue alguien que te ayudó a tomar el camino laboral en el que hoy andas. El mensaje que escribió la familia en su perfil de Facebook es la mejor forma de decirle adiós:
“NUESTRO QUERIDÍSIMO ALEJANDRO LEÓN, EXPERTO EN BEISBOL, EL DEPORTE DE LAS INTELIGENCIAS, COMO ÉL LO BAUTIZÓ, TUVO QUE PRESENTARSE A LA LOMITA PARA EL JUEGO DE ESTE SÁBADO EN EL PARQUE CELESTIAL. LE DESEAMOS LA MEJOR DE LAS TEMPORADAS AUNQUE EXTRAÑAREMOS SUS CANCIONES, CONSEJOS Y ALEGRÍA. QEPD”.
Hay personas que marcan algunos de los caminos que tomamos en la vida. Y Alejandro León Cázares marcó la vida de muchas personas, incluido yo.
En 1986 llegó a La Afición, considerada la biblia del beisbol. Sus columnas “El deporte de las inteligencias” y “Rolitas” formaban parte del catálogo beisbolero de este diario que acompañaron a las columnas de Tomás Morales y de Ángel Arias, y que fueron cuidadas por editores como Jorge Bermejo (presente en el funeral) y Jorge Che Ventura, recientemente fallecido.
Ahí marcó a los lectores y a los propios involucrados en el beisbol (directivos y peloteros).
Pasaron los años e hizo mancuerna con mi amigo Enrique Gutiérrez (fotógrafo). Y después fueron llegando jóvenes reporteros a los que les tocó convivir con él tanto en la redacción como en el Parque del Seguro Social o el Foro Sol, como Poncho Mancilla, Gabriela Fernández de Lara (a quien le enseñó a llevar el box score), Álvaro Morales, Carlos Flores, Carlos Ochoa, entre otros.
Ahí marcó a éstos y muchos otros compañeros que todavía siguen enel periodismo.
Pero además le abrió la puerta al beisbol infantil y juvenil. Era muy común leer notas sobre torneos o eventos en las ligas de la ciudad, dándoles un lugar que merecen.
También fue el culpable de la creación del equipo de Cronistas. Por años fue su mánager, subiendo a la loma casi siempre para abrir los juegos. Y cuando salía un batazo a los jardines, lo que gritaba era: “¡¡¡fácil!!!”.
Él me invitó a que me probara en La Afición, ya que estaba libre el puesto de reportero de beisbol. Llegué en 2004 y aquí sigo. Además de jugar con él en Cronistas y en la Liga Tranviaria. Me pasó la estafeta beisbolera en este diario y sigo con el compromiso (y responsabilidad) de cumplirle. Gracias, don Ale. ¡¡¡Fácil!!!