Esperan Barclays y Shell golpe por reforma fiscal
Algunas de las compañías más grandes de Europa advierten a sus inversionistas que esperen un golpe multimillonario por la reforma fiscal del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que disminuirá su capacidad para deducir las pérdidas pasadas en sus futuras facturas de impuestos.
Tanto Shell como Barclays dijeron que si bien con el tiempo es probable que se beneficien de la reducción en la tasa de impuestos corporativos en Estados Unidos de 35 a 21 por ciento, esperan recibir elevados cargos no monetarios en sus resultados del cuarto trimestre.
Shell anunció el miércoles que espera asumir un cargo de entre 2 mil y 2 mil 500 millones de dólares frente al valor de sus “activos por impuestos diferidos” en respuesta a la profunda revisión del sistema tributario de Estados Unidos que Trump firmó como ley la semana pasada.
Barclays dijo que espera registrar un cargo de mil millones de libras en sus resultados de 2017 que afectaría su posición de capital y podría enfriar las esperanzas de los accionistas de que el banco anuncie pronto un aumento considerable en los dividendos de todo el año.
La advertencia de Barclays se produjo unos días después de que Credit Suisse dijo que esperaba que los cambios impositivos de Estados Unidos desaten una amortización de 2 mil 300 millones de francos suizos (2 mil 300 millones de dólares) en sus resultados del cuarto trimestre, con el que se corre el riesgo de que el banco suizo tenga su tercer pérdida anual consecutiva. Su rival suizo, UBS, ya estima que enfrentará un golpe de 3 mil millones de francos suizos por la nueva reducción fiscal estadunidense.
Bajo las leyes fiscales anteriores algunos de los nombres más importantes del sector corporativo de Estados Unidos podían reducir significativamente el pago de sus impuestos al usar las pérdidas anteriores para compensar las utilidades futuras. Sin embargo, la legislación encabezada por los republicanos para reducir la tasa del impuesto corporativo disminuyó considerablemente los beneficios financieros esperados y obligó a las instituciones a reevaluar el valor de sus activos por impuestos diferidos.
El mayor impacto se da en cinco de las instituciones financieras de Estados Unidos que sufrieron grandes pérdidas durante la crisis financiera —Bank of America, Citigroup, AIG y los grupos hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac— que tendrán que realizar amortizaciones por un total de casi 50 mil millones de dólares.
Sin embargo, la reforma tributaria podría traer un golpe adicional para los bancos extranjeros con operaciones considerables en Estados Unidos. Se espera que se penalice la forma como los reguladores obligaron a estos bancos a estructurarse al imponer un cargo adicional sobre el interés que pagan sus filiales en el país norteamericano a sus matrices.
Barclays dijo que el impacto cargo de 2 mil 500 mdd frente a sus activos por impuestos diferidos un pago de 1,000 mdl en 2017 que afectará su posición de capital del llamado impuesto contra la erosión de la base imponible y antiabuso (BEAT, por su sigla en inglés) “podría reducir significativamente el beneficio de la reducción de la tasa federal obligatoria de Estados Unidos”.
El banco británico agregó: “Debido a la incertidumbre de la aplicación práctica y técnica de muchas de estas disposiciones, actualmente no es posible estimar de manera confiable si se va a aplicar el BEAT y, si se aplica, cómo va a impactar a Barclays”.
Mientras tanto, los cambios en los impuestos de Estados Unidos podrían desatar más malestar entre los accionistas de Credit Suisse. A principios de este año, Credit Suisse se topó con la resistencia de los accionistas después de anunciar bonos con un valor hasta de 78 millones de francos suizos para los miembros del consejo ejecutivo —a pesar de reportar un pérdida el año pasado de 2 mil 700 millones de francos suizos, sobre todo debido al costo de llegar a un arreglo en una investigación de venta abusiva en Estados Unidos.
Los ejecutivos de Credit Suisse trataron de tranquilizar a los accionistas al acordar recortes a las propuestas originales, pero 40 por ciento de los accionistas rechazaron el informe de compensaciones del banco en su reunión anual de abril.
Para los primeros nueve meses de este año, Credit Suisse reportó una utilidad neta de mil 100 millones de francos suizos, la cual se va a eliminar por la amortización de impuestos de Estados Unidos que se anunció a última hora el viernes.
Credit Suisse no hará comentarios sobre el panorama para las utilidades de todo el año, tampoco hablará sobre sus planes de sus paquetes de remuneración para los ejecutivos. Sin embargo, dijo que las utilidades ajustadas antes de impuestos no se verán afectadas por las amortizaciones de Estados Unidos, su desempeño general de negocios fue sólido y el impacto sobre su posición de capital regulatorio será mínimo.