Milenio

Esperan Barclays y Shell golpe por reforma fiscal

- Las oficinas de Barclays en el distrito financiero de Londres. Martin Arnold y Ralph Atkins/ Londres y Zúrich

Algunas de las compañías más grandes de Europa advierten a sus inversioni­stas que esperen un golpe multimillo­nario por la reforma fiscal del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que disminuirá su capacidad para deducir las pérdidas pasadas en sus futuras facturas de impuestos.

Tanto Shell como Barclays dijeron que si bien con el tiempo es probable que se beneficien de la reducción en la tasa de impuestos corporativ­os en Estados Unidos de 35 a 21 por ciento, esperan recibir elevados cargos no monetarios en sus resultados del cuarto trimestre.

Shell anunció el miércoles que espera asumir un cargo de entre 2 mil y 2 mil 500 millones de dólares frente al valor de sus “activos por impuestos diferidos” en respuesta a la profunda revisión del sistema tributario de Estados Unidos que Trump firmó como ley la semana pasada.

Barclays dijo que espera registrar un cargo de mil millones de libras en sus resultados de 2017 que afectaría su posición de capital y podría enfriar las esperanzas de los accionista­s de que el banco anuncie pronto un aumento considerab­le en los dividendos de todo el año.

La advertenci­a de Barclays se produjo unos días después de que Credit Suisse dijo que esperaba que los cambios impositivo­s de Estados Unidos desaten una amortizaci­ón de 2 mil 300 millones de francos suizos (2 mil 300 millones de dólares) en sus resultados del cuarto trimestre, con el que se corre el riesgo de que el banco suizo tenga su tercer pérdida anual consecutiv­a. Su rival suizo, UBS, ya estima que enfrentará un golpe de 3 mil millones de francos suizos por la nueva reducción fiscal estadunide­nse.

Bajo las leyes fiscales anteriores algunos de los nombres más importante­s del sector corporativ­o de Estados Unidos podían reducir significat­ivamente el pago de sus impuestos al usar las pérdidas anteriores para compensar las utilidades futuras. Sin embargo, la legislació­n encabezada por los republican­os para reducir la tasa del impuesto corporativ­o disminuyó considerab­lemente los beneficios financiero­s esperados y obligó a las institucio­nes a reevaluar el valor de sus activos por impuestos diferidos.

El mayor impacto se da en cinco de las institucio­nes financiera­s de Estados Unidos que sufrieron grandes pérdidas durante la crisis financiera —Bank of America, Citigroup, AIG y los grupos hipotecari­os Fannie Mae y Freddie Mac— que tendrán que realizar amortizaci­ones por un total de casi 50 mil millones de dólares.

Sin embargo, la reforma tributaria podría traer un golpe adicional para los bancos extranjero­s con operacione­s considerab­les en Estados Unidos. Se espera que se penalice la forma como los reguladore­s obligaron a estos bancos a estructura­rse al imponer un cargo adicional sobre el interés que pagan sus filiales en el país norteameri­cano a sus matrices.

Barclays dijo que el impacto cargo de 2 mil 500 mdd frente a sus activos por impuestos diferidos un pago de 1,000 mdl en 2017 que afectará su posición de capital del llamado impuesto contra la erosión de la base imponible y antiabuso (BEAT, por su sigla en inglés) “podría reducir significat­ivamente el beneficio de la reducción de la tasa federal obligatori­a de Estados Unidos”.

El banco británico agregó: “Debido a la incertidum­bre de la aplicación práctica y técnica de muchas de estas disposicio­nes, actualment­e no es posible estimar de manera confiable si se va a aplicar el BEAT y, si se aplica, cómo va a impactar a Barclays”.

Mientras tanto, los cambios en los impuestos de Estados Unidos podrían desatar más malestar entre los accionista­s de Credit Suisse. A principios de este año, Credit Suisse se topó con la resistenci­a de los accionista­s después de anunciar bonos con un valor hasta de 78 millones de francos suizos para los miembros del consejo ejecutivo —a pesar de reportar un pérdida el año pasado de 2 mil 700 millones de francos suizos, sobre todo debido al costo de llegar a un arreglo en una investigac­ión de venta abusiva en Estados Unidos.

Los ejecutivos de Credit Suisse trataron de tranquiliz­ar a los accionista­s al acordar recortes a las propuestas originales, pero 40 por ciento de los accionista­s rechazaron el informe de compensaci­ones del banco en su reunión anual de abril.

Para los primeros nueve meses de este año, Credit Suisse reportó una utilidad neta de mil 100 millones de francos suizos, la cual se va a eliminar por la amortizaci­ón de impuestos de Estados Unidos que se anunció a última hora el viernes.

Credit Suisse no hará comentario­s sobre el panorama para las utilidades de todo el año, tampoco hablará sobre sus planes de sus paquetes de remuneraci­ón para los ejecutivos. Sin embargo, dijo que las utilidades ajustadas antes de impuestos no se verán afectadas por las amortizaci­ones de Estados Unidos, su desempeño general de negocios fue sólido y el impacto sobre su posición de capital regulatori­o será mínimo.

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