SENADO DE EU INVESTIGARÁ AL DEPARTAMENTO DE ESTADO Cuestionan reacción ante “ataque” cubano
Funcionarios de Washington dicen estar convencidos de que La Habana sabe lo que ocurrió a 24 diplomáticos de su embajada en la isla caribeña
El Senado estadunidense creará una comisión para analizar la respuesta del Departamento de Estado ante los misteriosos “ataques” a sus diplomáticos en Cuba durante 2017, que han sido atribuidos a ultrasonido, dispositivos acústicos o de microondas. Altos funcionarios admitieron que aún no tienen ninguna pista que les permita explicar el origen y sentido de las agresiones.
El subsecretario de Estado para Asuntos Públicos, Steve Goldstein, afirmó que Washington está convencido de que “Cuba sabe qué ha ocurrido”. “Y me gustaría que nos digan qué es lo que ha pasado, para que no pase nuevamente”, señaló.
Según el Departamento de Estado, los primeros “ataques” a por lo menos 24 funcionarios ocurrieron en noviembre de 2016, poco después de las elecciones presidenciales en EU, y los últimos se registraron en agosto del año pasado.
Charles Rosenfarb, de la división de Servicios Médicos del Departamento de Estado, informó que los afectados presentaron síntomas “diferentes pero consistentes con un trauma cerebral”. Entre esos síntomas mencionó fuertes dolores de cabeza, pérdida de audición, mareos y, en algunos casos, reducción de las capacidades cognitivas. Todos ellos mencionaron el surgimiento de esos síntomas en coincidencia con “sonidos inusuales o sensaciones auditivas”.
Como consecuencia de esta situación, Estados Unidos redujo el personal de su embajada en La Habana a su mínima expresión, y expulsó a 17 diplomáticos cubanos que se desempeñaban en Washington, en la mayor crisis entre ambos gobiernos desde que restablecieran lazos diplomáticos en 2015, después de medio siglo de ruptura y desconfianza.
Los alegados “ataques” y la reacción del propio Departamento de Estado a esa situación fueron objeto de una audiencia pública en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. El ex alguacil Joe Arpaio, quien había sido condenado en 2017 por su insistencia en cazar inmigrantes indocumentados en Arizona y luego indultado por el presidente Donald Trump, anunció su candidatura al Senado de EU.
“Me postulo al Senado de Estados Unidos por el estado de Arizona, por una razón: apoyar las políticas del presidente Trump para hacer fuerte a Estados Unidos”, tuiteó el republicano de 85 años.
Arpaio busca remplazar al senador Jeff Flake, un republicano crítico de Trump y quien no aspira a su reelección en noviembre.
Irritado con la incapacidad del Departamento de Estado en avanzar en la investigación, el presidente de ese Comité, el cubano-estadunidense Marco Rubio, impulsó la creación de una comisión para analizar la respuesta de la cancillería.
Rubio alegó que la comisión independiente de revisión debió haber sido ordenada a inicios de 2017, cuando se verificaron los primeros casos.
El gobierno cubano aseguró anoche que las denuncias sobre su responsabilidad en el supuesto ataque acústico contra diplomáticos El ex alguacil deberá enfrentar a varios adversarios republicanos en las primarias del 28 de agosto, anunciadas como las más feroces. La conservadora Kelli Ward, que tiene el apoyo del ex consejero presidencial Steve Bannon, ya anunció su candidatura. Por su parte, la legisladora Martha McSally también se unirá a la carrera, según varios medios. Arpaio llevó durante casi un cuarto de siglo una persecución reivindicada e implacable en el condado de Maricopa, estado de Arizona (suroeste), contra los inmigrantes latinos. estadunidenses son otro intento de “imponer por la fuerza y sin evidencia alguna una acusación que no ha podido ser demostrada”. EU saludó las conversaciones entre las dos Coreas en la localidad fronteriza de Panmunjom, aunque el departamento de Estado precisó que estaría atento al respeto de las sanciones “impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU”. Norcorea enviará atletas y una delegación de alto nivel a los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang, Corea del Sur, en febrero, y los dos países mantendrán contactos a nivel militar, convinieron las delegaciones de Seúl y de Pyongyang ayer en un excepcional cara a cara.
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-In, aseguró este miércoles que está dispuesto a reunirse con el gobierno norcoreano siempre y cuando se den las condiciones apropiadas. “Pero no puede ser una reunión por hacer una reunión. Para celebrar una cumbre se deben crear las condiciones adecuadas y se deben garantizar algunos resultados”. m