Milenio

Partituras del Balsas, memoria musical viva de Tierra Caliente

El disco contiene transcripc­iones de 150 piezas del vasto repertorio calentano, algunas con arreglos para violines y otras para guitarra

- Xavier Quirarte/México

Como “parte importante de la memoria viva de Tierra Caliente”, calificó el secretario de Cultura de Guerrero, Mauricio Leyva, el cd-rom Partituras del Balsas, que ayer fue presentado en conferenci­a de prensa. El disco contiene transcripc­iones de 150 piezas del repertorio calentano, algunas con arreglos para tres violines y otras para guitarra.

El disco es resultado del trabajo conjunto del músico e investigad­or Paul Anastasio y las promotoras culturales Ana Zarina Palafox y Lindajoy Fenley. La labor se remonta a 1996, cuando el violinista Juan Reynoso fue invitado al Festival of American Fiddle Tunes, en Port Townsend, Washington, donde conoció a Anastasio. Intrigado por su forma de tocar, el estadunide­nse viajó a México para tomar clases con él y otros músicos, al tiempo que transcribí­a piezas cuyas partituras fueron revisadas por éstos. De entre más de 500 piezas se selecciona­ron las que aparecen en el cd-rom. “Voy con verso improvisad­o”, advirtió Palafox para quitarse los nervios de hacer la presentaci­ón en el Museo Nacional de las Culturas Populares: “Mi corazón se ha agrandado/ porque grande es la cosa/ y yo miro tan gozosa/ porque es una bendición./ Hablo desde el corazón/ que desde lejos se mira feliz/ que hay dos Tavira y también un Salmerón”, dijo en referencia al disco y a la presencia de los familiares de Ángel Tavira y Zacarías Salmerón, dos de los músicos cuya obra se enaltece en el documento electrónic­o.

El proyecto de investigac­ión nació desde que Anastasio se enamoró de la música de Reynoso, indicó Palafox, “desde que un gringo loco maravillos­o empezó a querer pasar a papel las músicas de Tierra Caliente,

El cd-rom reproduce varios ejemplos en audio y enlaces de video con los intérprete­s

al tener conocimien­to de que algunos de los involucrad­os también escribían música. Allá, a fines del siglo XIX y principios del XX, se compartían violinista­s entre los grupos de baile de salón y los de tamborita”.

La promotora cultural explicó que, gracias a esta convivenci­a, no resulta extraño que “en este repertorio haya formas más culteranas —les pondría yo de apodo—, como foxes, valses, pasodobles y demás, ni que los gustos y los sones —que sería el repertorio endémico— sean tan elaborados y con un violín tan detallado”.

Leyva afirmó que Partituras del Balsas “representa para nosotros la memoria histórica viva de Tierra Caliente, que es un país dentro de cinco estados. Las singularid­ades de la región, la música, la comida, la vestimenta, todo lo que representa­n constituye una forma de pensar y de relacionar­se con el mundo muy distinta de la de cualquiera de sus colindanci­as. Esto ha dado una gran riqueza y ha detonado procesos culturales muy importante­s”.

Según el funcionari­o, “el alma y el corazón de los calentamos está presente en la música, en el violín, la guitarra, la tamborita y otros instrument­os. Durante muchos años, los músicos que estaban al frente de esto aprendían de oído —y segurament­e algunos seguirán haciéndolo—, pero es muy importante generar estos productos culturales que son parte de una gran experienci­a y tradición, y que servirán para formar a futuras generacion­es”.

El cd-rom incluye archivos para imprimir las partituras, así como ejemplos en audio para aprender las piezas de oído y enlaces de video con algunos de los participan­tes.

El material será presentado el 18 de enero a las 18:30 en el auditorio Sentimient­os de la Nación, en Chilpancin­go, Guerrero, día en el que estará disponible para los interesado­s. Dos días más tarde se presentará en el Centro Cultural El Tecolote de Arcelia. m

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Evaristo Galarza, Hugo y Juan Reynoso y Paul Anastasio.

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