Equilibrio emocional y carácter…
Cómo debe interpretarse la salida de Osorio de la Secretaría de Gobernación? ¿Evidencia de fracturas en la cúpula? ¿Refuerzo a la campaña de Meade? ¿Gran viraje en la estrategia contra la delincuencia?
Se trata del descenso político de quien fue uno de los más fuertes aspirantes a la candidatura del PRI para la Presidencia de la República. Una parte de la explicación del cambio se encuentra en la creciente violencia que padecemos. El diagnóstico que se hizo en Bucareli sobre la inseguridad pública, así como la traumática terapia aplicada, fueron erróneas. Ya no hay nadie que las defienda. Los mismos Peña y Meade han hablado de autocrítica.
Es un relevo de la mayor importancia por la cantidad de funciones que acumuló la Secretaría de Gobernación. Señaladamente la relación entre los tres poderes y también la del gobierno federal con todos los actores políticos de la República. Además de la seguridad nacional, la seguridad pública, la migración y la relación con las Iglesias.
Vista la cantidad de atribuciones que conserva la dependencia, no es alejado de la realidad afirmar que por las manos del nuevo secretario de Gobernación pasará buena parte de las decisiones para mantener la precaria estabilidad política del país y, dadas las terribles circunstancias en que nos encontramos, la vida misma de muchos mexicanos. De este tamaño es la dimensión del nuevo nombramiento. Así que, de las indicaciones que reciba el flamante secretario de Gobernación por parte del Presidente, pero también de su equilibrio emocional y carácter dependerá, en buena medida, el clima de civilidad o enfrentamiento que tendrá la contienda electoral. Para principiantes boquiflojos o autoritarios violentos, ya tenemos suficiente con Trump.
Por eso, es deseable que el Presidente haya acertado en su designación. A todos conviene un tránsito electoral civilizado y mayor eficacia para recuperar la paz. M