Tras seis meses fuera por una lesión en el codo, Djokovic regresó y está listo para jugar en Australia
Novak Djokovic jugó su primer partido desde Wimbledon el año pasado, con el objetivo de competir en Australia
Novak Djokovic jugó su primer partido en seis meses y se impuso por 6-1 y 6-4 al austriaco Dominic Thiem en el Clásico de Kooyong, en Australia. Desde el primer momento, se hizo evidente que Nole regresó en forma, se levantó rápido, cambió de dirección repentinamente y lanzó una espectacular volea que superó a su rival para asegurar la victoria.
Entonces giró y sonrió, el ex número uno estaba de vuelta tras la lesión más larga de su carrera y disfrutó de nuevo de estar sobre la pista.
Con una manga de compresión en el brazo derecho para proteger su maltrecho codo, el serbio dominó al #5 del mundo, en uno de los torneos que sirven de preparación para el Abierto de Australia que arranca el domingo.
Todavía con la sonrisa en el rostro tras el juego, Djokovic dijo que había tenido dudas sobre si estaría listo para disputar el primer Grand Slam del año, pero que el triunfo sobre Thiem es un impulso importante.
“Durante seis meses esperé este momento de salir a la cancha y jugar un partido”, declaró el seis veces ganador en Australia. “Además, tuve un gran rival, es el 5 del mundo, así que fue una prueba excelente para mí, para saber dónde estoy”.
En un primer momento, Novak, que estaba de baja por una lesión en el codo desde su derrota en los cuartos de final de Wimbledon el año pasado, tenía previsto jugar un torneo de exhibición en Abu Dabi y después iniciar la temporada con el torneo de Qatar, se retiró de ambos por dolores en la misma zona.
Viajará a Melbourne con la esperanza de jugar el Abierto de Australia, donde ganó la mitad de los 12 títulos de Grand Slam que atesora y a pesar de jugar sin dolor ante Dominic explicó que revisa su recuperación “día a día”.
“No quiero ser demasiado optimista”, aseguró. “Estoy contento con el resultado, pero no quiero decir que todo está al 100 por ciento, lo diré el día en que participe en el torneo y me sienta así, por ahora estoy (en Australia) y esperemos que todo siga bien los próximos cinco días”.
Djokovic mostró escasas señales de debilidad, a pesar de estar tanto tiempo fuera de las canchas: pegó profundo hacia las esquinas, se movió con flexibilidad y dio voleas precisas; además empleó un saque más compacto, a fin de aliviar la presión sobre su codo, la táctica le valió tres aces en un solo game en el primer capítulo.
Con renovados ánimos, Nole se dirige a Melbourne Park con el objetivo de replicar la hazaña de Roger Federer el año pasado en Australia, cuando el suizo regresó de una pausa de seis meses y ganó el título.
“Hubo una duda, sobre todo después que me retirara de la primera semana del año”, reconoció. “No sabía qué iba a ocurrir, hicimos algún tratamiento y lo pensamos mucho, por suerte aquí estoy y espero que en los próximos cuatro o cinco días todo salga bien y estar listo”.
Su rival también tenía problemas físicos y llegó a Australia apenas el martes, después de ser víctima de un virus en Doha.
“Ya no tengo fiebre y vuelvo a estar bien”, dijo el austriaco. “Sigo sufriendo el desfase horario y estaba lento al principio del encuentro, voy a dormir, comer y entrenar y no hacer mucho más, pero estaré bien para el Abierto”.
El serbio despidió la jornada con su participación en el Tie Break Tens, en Melbourne Park, donde jugó un partido a 10 puntos ante el australiano Lleyton Hewitt, que perdió por 10-6, retirado.
“Me encanta este deporte, es mi gran pasión, así que lo eché de menos”, explicó.