Los acuerdos de Moreno Valle y Meade
Cada día Rafael Moreno Valle está más alejado de la realidad, cada día este personaje es más y más indiferente a la preocupante situación que vive el estado de Puebla y a los graves problemas que padece nuestra sociedad. Ahora, como si Puebla fuera un feudo o un principado, pretende heredar la gubernatura a su esposa y, para cumplir este propósito, recurre a las peores prácticas de la política. No fue candidato a la Presidencia de la República por el Partido Acción Nacional (PAN), pero trata de imponer por todos los medios a una heredera en la gubernatura. Lo que ignora este ex gobernador es que la sociedad ya cambió, el pueblo no avalará este tipo de prácticas.
En Puebla, Moreno Valle se encargó de destruir al PAN y poner a lo que quedaba de este partido a su servicio. En puestos estratégicos del gobierno y de la estructura panista colocó a sus incondicionales y poco a poco fue conformando una alianza con el gobierno federal. En Puebla, los aliados nacionales del PRI: el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Panal, por la vía de los hechos, irán con Moreno Valle en su coalición PAN-PRD-Movimiento Ciudadano. Esta circunstancia es parte de los acuerdos que Moreno Valle logró con José Antonio Meade, los demás convenios no tardarán en hacerse públicos, para que los aliados priistas vayan solos en municipios, pero unificados en torno a la candidatura para gobernador.
Rafael Moreno Valle nunca tuvo oportunidad de ser candidato a la Presidencia de la República por el PAN. Todos los que estamos en política lo sabíamos, ahora queda claro que solo operó políticamente a escala nacional, se dedicó a crear contactos en todo el país; patrocinó campañas de todos los partidos para construir un ambiente, una percepción creada con carretadas de dinero para que lo vieran como posible aspirante presidencial, pero nunca tuvo posibilidades reales de serlo.
En Puebla, Rafael Moreno Valle avasalló al panismo real, clásico, tradicional y opositor; lo agravió, lo borró. La candidata del PAN a la gubernatura será Martha Erika Alonso, la cual tiene derecho a aspirar a cualquier cargo, pero sin duda se trataría de una reelección disfrazada, la reelección en la cual Rafael Moreno Valle volvería a ejercer el poder.
En Puebla, el PRI ya le entregó la plaza al PAN. El PRI le permitió a sus aliados ir con Moreno Valle. Esa es una prueba contundente del acuerdo entre el PRI-Meade y Moreno Valle; esa es la constatación. ¿Qué otra evidencia quieren los priistas para comprobar la entrega que hizo Meade de esta plaza en contra de los intereses de su partido?
Lo más importante de esto es que la sociedad está enterada y no avalará esta simulación. Los tiempos de estas jugadas perversas que denigran a la política ya terminaron, ya no tienen cabida en nuestra democracia, por la sencilla razón de que la sociedad las condena. Con esta maniobra, Moreno Valle solo aumentará su rechazo. M