Negocios
prestigiosa Universidad de Yale en Economía y Ciencias Políticas.
Como hasta ahora, en su alma mater no pasó desapercibido, dado que fue elegido Phi Beta Kappa y era el flamante capitán del equipo de futbol americano.
Su destino en la administración de fondos, y gran parte de su brillante futuro quedó marcado dejó su trabajo en el mítico banco Morgan Stanley para ingresar a Stanford Business School, donde obtuvo su MBA.
Ya con un título en administración de negocios, ingresó a otro banco histórico, Goldman Sachs; sin embargo, no lo haría como un simple empleado, sino como asociado en la división de arbitraje de riesgo, donde se especializó en el rubro de fusiones y adquisiciones.
Su paso por Goldman fue clave, toda vez que se hizo experto en comprar activos riesgos y hacerlos brillar.
Con toda esa experiencia bajo el brazo, dio un giro a su carrera y se convirtió en socio y miembro del Comité Ejecutivo de Hellman & Friedman, una firma de capital privado con sede en San Francisco.
Ahí terminó de adquirir la suficiente experiencia para dar el salto que lo convertiría en millonario. En 1986 Steyer fundó Farallon Capital, una firma de inversión famosa por asumir altos riesgos en activos en dificultades en mercados volátiles, los cuales a la larga le resultaban redituables. La compañía de Steyer llegó a administrar 20 mil millones de dólares, dejándole una
fortuna personal de más de mil millones. Algunos especialistas dicen que Steyer formó gran parte de su fortuna gracias a que apostó con fuerza en empresas industriales famosas por sus enormes emisiones de carbono; pero como dicen, nunca es tarde para cambiar de opinión, y fue así como en 2012 vendió su participación en Farallon Capital y cambió su enfoque hacia la política y el cuidado del medio ambiente. A partir de entonces ha estado en el centro de los reflectores, y una de sus acciones más destacadas ha sido su desembolso de 65 millones de dólares para respaldar a candidatos demócratas que apoyaran sus causas ambientales en 2016. Por el momento, Steyer continua con su interminable lucha contra Donald Trump, pero sin descuidar sus ideales ecológicos que tienen como bandera el uso de la energía limpia. m