ESPAÑA EN ALTA VELOCIDAD
LOS TRENES DE ALTA VELOCIDAD ESPAÑOLA (AVE) SON LA MEJOR OPCIÓN PARA IR DE NORTE A SUR EN POCAS HORAS. ESTO TE PERMITE RECORRER LA PENÍNSULA IBÉRICA EN POCOS DÍAS
El tren de pasajeros en España es parte de su vida cotidiana, miles de personas viajan todos los días entre ciudades ya sea por negocios o para ir a trabajar. Ahora bien, esta enorme red ferroviaria permite a los visitantes, recorrer gran parte del país en pocos días con eficiencia, comodidad y, sobre todo, rapidez.
Llegamos a Madrid, mediante la aerolínea holandesa KLM (que fue la mejor opción por precio y horarios) desde la Ciudad de México con una escala en el aeropuerto de Amsterdam-Schipol. Casi de inmediato, en la estación Puerta de Atocha, tomamos el tren AVE con rumbo a Lleida, puerta de Cataluña desde el centro de España. Luego de pasar por las estaciones Calatayud y Zaragoza, en poco menos de dos horas llegamos hasta allá.
Lleida
Esta es una de las ciudades con más historia en Cataluña, y guarda entre sus plazas y calles museos, galerías de arte, tiendas y restaurantes con una gastronomía única. Por lo general, al pensar en Cataluña, la primera referencia es Barcelona; sin embargo, esta ciudad permite explorar el lado provincial y alegre de la comunidad autónoma.
La comida en este lugar es excepcional, y una de las especialidades son los caracoles, acompañados de cualquiera de los vinos de la región, y debes probarlos en El Celler del Roser, uno de los sitios con más tradición gastronómica en la ciudad.
La Catedral de Lleida es increíble y desde la cima se deja ver la cadena montañosa del Montserrat, que indica la cercanía con Barcelona.
La oferta hotelera es amplia, y una de las mejores opciones es donde nos hospedamos: el hotel Condes de Urgel, aunque hay una amplia gama de propiedades Airbnb que son, también, una excelente opción.
Zaragoza
A poco menos de una hora en el tren de alta velocidad, llegamos hasta la capital de Aragón, una de las ciudades con mayor belleza arquitectónica de España. La basílica de la Virgen del Pilar, la catedral, las calles y las plazas exponen la historia de la península ibérica desde el dominio romano hasta nuestros días, pasando por los distintos períodos de conquistas y guerras.
Las obras de Goya en una de las cúpulas del Pilar son espectaculares, lo mismo que el Palacio de Aljafería y el barrio Armas, donde artistas locales han modificado el entorno con murales urbanos, cafés y restaurantes con fusiones de comida mediterránea.
En Zaragoza el tapeo es de primera calidad, sitios como Puerta Cinegia Gastronómica ofrecen experiencias al paladar con ingredientes como azafrán, tomillo, romero, piñones, almendras.
Pasamos la noche en el Hotel Alfonso, uno de los más tradicionales y legendarios de la ciudad. Este hotel tiene un salón llamado Triunfo de Baco, un espacio decorado por el famoso interiorista Pascua Ortega. El nombre del salón se debe al mosaico romano del siglo III que fue encontrado en 1908 en el mismo solar en el que ahora se levanta el hotel, que representaba el triunfo del Dios Baco.
Valladolid
Tomamos el tren desde Zaragoza y tras una escala en Madrid, en menos de tres horas estábamos ya en Valladolid, una de las ciudades más importantes en Castilla y León.
La industria vinícola en esta zona es muy importante, y en sus bodegas y restaurantes se en-
cuentran las etiquetas de La Rioja más afamadas de España, como “Viña Ardanza Reserva”, “Luis Cañas Reserva”, “Bodegas Muga Reserva”.
En Valladolid se realizan importantes certámenes nacionales e internacionales de la tapa, y el restaurante Villa Paramesa es uno de los que más tradición tiene en el tema. También hay importantes catas de vinos, que reúnen a expertos nacionales e internacionales. En este tema, la Enoteca Malauva es la que más destaca.
Su plaza principal es parte de la historia del trazo de las ciudades contemporáneas en España, así como las casonas con grandes patios y las calles llenas de vida por las tardes y noches, con cervecerías y cafés por doquier.
Pasamos la noche en el hotel Meliá Recoletos, a un costado de la estación del tren. En esta ciudad, Airbnb también tiene estancias ya sea en habitaciones en edificios históricos o hermosas casonas en los alrededores.
Ciudad real
Dos horas en total (cruzando por Madrid) hace el tren de alta velocidad hasta Ciudad Real, una de las pequeñas urbes en Castilla-La Mancha con mayor cantidad de experiencias disponibles para el viajero. La cercanía con Madrid, permite hacer un viaje de un día y volver a la capital española.
La ciudad se recorre literalmente a pie, sus cervecerías ofrecen tapas y raciones el día entero. Las caminatas a la orilla del Río Guadiana combinan una experiencia urbana con el campo castellano.
Aquí existe un viñedo que vale la pena explorar; se trata de la Bodega Pago del Vicario que elabora las etiquetas más exquisitas de la región, como “Alcasor”, “La Bien” y “Antonio del Águila”.
Córdoba
Finalizamos el recorrido en tren de alta velocidad en Córdoba, puerta de entrada a Andalucía y a poco tiempo desde Ciudad Real.
Andalucía es otro mundo y Córdoba no es la excepción, la influencia árabe se nota en cada calle, en cada patio, no solo en la majestuosa y monumental Mezquita de Córdoba, también en el Palacio de Viana, en las plazas de la ciudad y en el Alcázar de los Reyes Católicos.
La gastronomía andaluza es espectacular, desde el salmorejo hasta los pescados del mediterráneo con la influencia de especias árabes que quedaron hasta nuestros días. En el Barrio de la Judería está uno de los sitios que expone la gastronomía auténtica de la región, la Taberna-Restaurante EL 10, donde el comensal puede llevarse la receta de los platos que ahí crean.
España más allá de Madrid
En tren de alta velocidad, se puede conocer más allá de Madrid, partiendo de la capital española pero descubriendo nuevas ciudades y rutas en la comodidad de un transporte que sale y llega al centro de las urbes, con la seguridad y la comodidad de los ferrocarriles europeos.M