Fue el alma del Festival Acapulco dentro de su gremio”: De Llano
mal, ni hizo daño a nadie. A mí me decía: ´Sé una persona profesional y limpia con lo que haces en la vida´. Siempre escribía entrevistas muy bonitas, era un hombre íntegro que no necesitó una grabadora para comprobar lo que había dicho su entrevistado, porque todos le teníamos una gran confianza.
Yo muchas veces le decía cosas de mi vida muy íntimas, y él me decía qué era bueno y qué no se podía publicar, siempre marcó una línea de respeto, creo que todo el medio artístico le guardó un gran respeto.
Siempre escribía notas con mucha inteligencia y realzaba los valores y lo bonito de la carrera de los artistas o de las personas. Nunca necesito amarillismo para vender. Juan Osorio (productor), tú tienes muchos años en el medio de los espectáculos y has conocido a los personajes que forman parte de su historia, ¿dónde y cómo ubicas a Bob? Bob se adelantó haciendo lo que siempre le gustó, siempre estaba pensando en la nota. Cómo olvidar esa gran columna de Los Doberman, que decía que estaba inspirada en los artistas, que siempre te mordían la mano.
Tengo un gran recuerdo de Bob, como parte de una generación de periodistas que marcó una etapa, y en ese grupo habría que hablar del maestro Alfredo Ruiz del Río, de Alberto Catani, de Leopoldo Meraz, de Memo Vázquez Villalobos, de una serie de periodistas a quienes les aprendí mucho, de gente que tenía una relación muy bonita con los cantantes, con los actores, con los personajes de la fuente que cubrían.
También recuerdo a Bob porque siempre buscaba cómo darle un reconocimiento a la gente del espectáculo. Recuerdo sus reuniones en los centros nocturnos de Insurgentes, donde hacía unas dinámicas muy bonitas para reconocer a los famosos, salíamos muy satisfechos y contentos de esas reuniones.
Es un periodista al que siempre vamos a tener presente los que lo conocimos, los que apreciamos estar a su lado y ver cómo trabajaba.
Además, una de las cosas que siempre lo distinguió es que artista al que le hacía un reportaje o un artículo, artista que se iba para arriba, Bob Logar tenía un gran reconocimiento en el medio por su trabajo y su manera tan peculiar de su narrativa.
Deja un vacío en el periodismo, pero vivió el tiempo que tenía que vivir, enseñó a quien tenía que enseñar; dejó sembrados muchos amigos por su gran calidad humana. Luis de Llano (productor), ¿hay algún recuerdo en especial que tengas de Bob Logar? ¿Cómo no? Muchos. Básicamente recuerdo a Bob como parte esencial del Festival Acapulco, fue el único que asistió a todos los que se hicieron, pero además era como el alma del festival, dentro del gremio de los periodistas.
Recuerdo que siempre hacíamos una comida de bienvenida para la prensa, y en cuanto llegaba él, lo recibían con un aplauso, era muy respetado por su gremio y querido por los cantantes, por los músicos, por los actores, por todos los famosos. Hoy en día no conozco a un periodista que tenga ese cariño, porque el medio ha cambiado mucho.
Siempre hizo unas críticas muy buenas en su columna. Y nunca le oí hablar mal de nadie.
También recuerdo que ayudaba mucho a los artistas que empezaban y le gustaba promover a Las Chicas Logar, por quienes era muy querido. Sin duda, un periodista inolvidable.