América no despega en casa
En su presentación en el estadio Azteca, las Águilas no pudieron lograr la victoria, incluso se salvaron de perder
enero de 2018
HIGINIO ROBLES
CRÓNICA
El gol volvió al estadio Azteca; ese grito que se quedó contenido por los aficionados del América en la pasada Liguilla por fin salió de la garganta, pero el festejo no pudo ser pleno, porque Pachuca fue un equipo áspero que le hizo juego a los azulcrema y terminó empatando el partido a dos goles. Incluso en la última acción, el cuadro de Diego Alonso pudo haberse llevado el triunfo, pero Agustín Marchesín —que tuvo un error en el primer gol tuzo— se los negó. Un resultado que deja un sabor amargo a la entidad azulcrema.
Hubo buenos indicios del América en los albores del juego, con un equipo que dio la impresión de querer revolucionarse y que desde el inicio tuvo la posibilidad de marcar terreno, no lo hizo y se instaló el drama cuando Oribe Peralta falló un penal en las primeras pulsaciones del juego; sin embargo, poco después, el mismo capitán fue el que hizo explotar a su afición con un gol de buena manufactura.
Las Águilas se gustaron en el arranque, el equipo presentaba buen tono, tenía la pelota e insistía con un Henry Martín que empieza a tener protagonismo semana a semana, mientras en el palco aguardan Andrés Ibargüen y Jérémy Ménez.
El cuadro que mandó al campo Miguel Herrera solo tuvo un par de novedades, el regreso de Guido Rodríguez a la contención junto con Mateus Uribe, dos tipos de buen pedigrí que pelearán por un sitio en el centro del campo y cuando las circunstancias del partido reclamaron el cambio de Paul Aguilar por lesión, entró Edson Álvarez. Hay más calidad de donde echar mano.
En su trepidante arranque, las Águilas encontraron en Martín a un tipo que ha llegado con el hambre de trascender, el delantero mexicano sabe que debe sacar provecho a los minutos que tenga y así lo ha hecho, si la semana pasada marcó el primer gol del torneo, en su debut en el Azteca no tardó en cuajar una jugada en la que provocó un penal, cuando Robert Herrera lo trabó en el área.
Fue ahí cuando un leve pesimismo regresó, Oribe tomó el balón, los galones del capitán se impusieron a Mateus Uribe. El Piojo confesó en la conferencia que el colombiano fue quien debió tirar. El Cepillo pateó de derecha, pero el portero Alfonso Blanco bloqueó su tiro con un buen manotazo, se resistía el gol para los de Coapa, igual que en la pasada Liguilla.
Pese a la falla, América mantuvo la presión, Martín seguía siendo el más insistente por la banda derecha, se salvaba Pachuca que tardó en meterse al juego, pero cuando dio un paso al frente empezó a encontrar el camino hacia el arco americanista.
Sin embargo, llegó la reivindicación de Oribe. Renato Ibarra empezó desequilibró por la banda derecha, el ecuatoriano puso un pase que encontró a Peralta y el Cepillo la hizo de billar, con un toque suave, la puso pegada al palo.
Fue el gol amarillo lo que despertó a los Tuzos, el equipo de Diego Alonso fue más decisivo, se valió de los errores americanistas en la salida, primero Franco Jara estremeció el travesaño con un tiro con la zurda y después Agustín Marchesín tuvo una buena intervención para sacar un cabezazo de Érick Aguirre.
Hubo momentos en los que el partido parecía crecer, pero volvía a un ritmo semilento, los chispazos apenas aparecían. Lo buscaba América, pero también se presentaba en el Azteca la versión de ese equipo errático en las cesiones, situaciones que generaban cierta desesperación en el Piojo Herrera.
Pachuca acarició de nuevo el empate en un remate con la cabeza de Robert Herrera y la respuesta de las Águilas fue de nuevo de Martín, quien ganó la pelota y en el área disparó de A v