La otra gran dupla de CU
Si bien Nico Castillo y Matías Alustiza han impulsado a Pumas en ataque, David Cabrera y Marcelo Díaz son los eslabones más asociativos y los que mayor contacto tienen con el balón
En los primeros dos encuentros del Clausura 2018, tanto Nicolás Castillo como Matías Alustiza han protagonizado el ataque de Pumas, llevándose los reflectores, las portadas de los diarios deportivos y la ovación de su tribuna; sin embargo, para que el balón llegue a este par de ofensivos, existe otra dupla, más discreta, pero funcional, en el cuadro universitario que ha sido fundamental para que los del Pedregal se encuentren en la cima de la clasificación general y hayan encontrado, por fin, la garra y el equilibrio que David Patiño anhelaba desde que tomó las riendas del club, el certamen anterior.
La contención conformada por Marcelo Díaz y David Cabrera ha sido clave en el repunte de Pumas. Ambos futbolistas se han complementado de gran manera y sus números indican que son los jugadores que más se asocian en el plantel, sin mencionar que los dos son los que mayor contacto tienen con la pelota, además de la efectividad cada que el esférico está en sus botines. De condiciones diferentes entre sí, el chileno y el antiguo canterano han fungido como piezas claves en el andar de un cuadro que busca una reivindicación deportiva inmediata.
El mérito de este par radica en la confianza que Patiño les ha brindado y gracias a que fue encontrándoles acomodo de a poco en su oncena. En los primeros cuatro encuentros de la era del timonel, en el AP17, apostaba por la continuidad de tres elementos fijos en la media, incluyendo a Abraham González, que como interior por derecha, compartía créditos con Cabrera (izquierda) y Marcelo Díaz, como el único pivote defensivo. El esquema indicaba un parado acorde a las necesidades que mantenían, con un 4-3-3, que tuvo que ser modificado, luego de un empate, un triunfo y dos derrotas.
Fue hasta la jornada 16, ante Santos Laguna y en el estadio Olímpico, que David Patiño cambió su formación inicial y le brindó el voto de confianza a Cabrera y Díaz. El resultado (2-2) y sobre todo el funcionamiento, le repercutió para bien a los dos y desde entonces, han disputado el resto de los compromisos posibles, todos desde el arranque. “Hubo momentos de imprecisión, pero hicimos bien las cosas en términos generales; el marcador refleja lo equilibrados que estuvimos”, reveló después del encuentro ante los Guerreros el mismo estratega. En aquel cotejo, David fue sustituido por Bryan Rabello, al 80’, mientras que Abraham González ingresó al 51’. El equipo iba tomando forma.
Durante el último compromiso de la competencia pasada, Patiño ya no utilizó modificaciones en la media, sus dos escudos, CabreraDíaz, fueron los encargados de sacar adelante la encomienda. Frente al Querétaro, en La Corregidora, Universidad Nacional alineó con un 4-2-3-1 sobre el terreno de juego y en la zona de combustión y construcción futbolística, reaparecieron el andino y el veterano surgido de La Cantera. Después de 90 minutos y con el 1-1 en el electrónico final, la dupla de contención confirmaba su presencia para venideras consideraciones.
La pretemporada y hasta una lesión inesperada de Abraham González, previo al arranque del Clausura 2018, terminaron por confirmar que la presencia de ambos era la apuesta idónea para el arranque de un torneo vital. Las actuaciones de ambos a lo largo de los primeros 180 minutos de juego, no han hecho más que confirmar el acierto de Patiño y su cuerpo técnico. Ambos han disputado el total del accionar posible y le han brindado estabilidad a una zona del campo que a lo largo del 2017 acarreó conflictos para retener la pelota, así como para la correcta elaboración de jugadas en defensa y ataque.
Marcelo Díaz disputa su segundo torneo con Pumas. El chileno llegó al Pedregal con el AP17 ya avanzado; de hecho, en sus primeros minutos, en la sexta jornada, el partido significó el adiós de Francisco Palencia, debido al cúmulo de malos resultados. El andino llegó a declarar: “Es algo atípico que esto suceda, pero estoy aquí para entregarme”. En lo que va de este semestre, el mediocampista acumula 93 trazos, con un alto porcentaje de efectividad (87.2%). Es el eslabón que mejor trata la pelota, el que desarrolla un nivel de juego más competitivo y el encargado de salir ella dominada, como en el tercer tanto ante Pachuca.
Por su cuenta, David Cabrera ha recobrado relevancia. En la línea de dos mediocampistas, él es el que funciona de manera más mixta, con labores en el ataque, además de ser el cobrador oficial en balones detenidos. Con David Patiño, el surgido en CU disputa por ahora el segundo certamen desde que regresó al club y ha sido fundamental para el repunte. Suma, de momento, 76 pases, con una efectividad del 75% en sus trazos... Es el complemento ideal de Marcelo Díaz; mientras uno se encarga de limpiar la zona, el segundo, gracias a su técnica, es el que otorga la salida y proyecta al aparato ofensivo.