Con la misma bandera
Por primera vez en doce años, las dos Coreas desfilarán juntas y bajo una misma bandera en la apertura de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang
Corea del Sur y del Norte llegaron a un acuerdo para formar un solo equipo femenino de hockey sobre hielo y desfilar juntas bajo una bandera favorable a su reunificación, en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang.
Será el próximo 9 de febrero en la ceremonia inaugural de los Juegos de Invierno del condado surcoreano de Pyeongchang, un marcha conjunta que no se veía desde los Juegos Olímpicos de Turín, en 2006.
La decisión se tomó ayer en un nuevo encuentro entre Norte y Sur celebrado en la frontera que separa a ambos países, en el marco de la histórica ronda de contactos iniciada la semana pasada y que supone un respiro tras el pico de tensión que del año pasado a raíz de los ensayos armamentísticos de Pyongyang.
El acuerdo simboliza un importante acercamiento tras una década marcada por las malas relaciones entre ambos vecinos y el avance del programa nuclear norcoreano, que ha generado un importante incremento de la tensión en la península.
Además, ambas partes estuvieron de acuerdo en conformar para los Juegos una selección conjunta de hockey femenil sobre hielo, decisión que ha despertado recelo en el Sur.
Será la tercera vez que se presenta un equipo coreano unificado a un evento deportivo, y la primera desde 1991, año en el que las dos Coreas compitieron juntas en los Campeonatos del Mundo de tenis de mesa de Japón y en el Mundial Sub 20 de Futbol de Portugal.
En la reunión se estableció que la participación de deportistas norcoreanos en competiciones oficiales de Pyeongchang se determinará conjuntamente con el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Paralímpico Internacional (CPI), con lo que Corea el Norte podría debutar en unos Paralímpicos invernales.
Las dos Coreas acordaron además realizar antes de los Juegos entrenamientos conjuntos de esquí en la estación norcoreana de Masikryong y un evento cultural en el Monte Kumgang, también al norte de la frontera intercoreana.
El Norte propuso a su vez la asistencia de unas 230 animadoras norcoreanas a los Juegos de Invierno que se celebran en el condado surcoreano de Pyeongchang, dentro de una delegación más amplia con atletas y artistas.
Durante la reunión se aprobó además que la comitiva viaje al Sur a través de la demarcación terrestre. Esta iniciativa supone un gesto de gran valor simbólico y, aunque conlleva complicaciones de seguridad al tratarse de una zona altamente militarizada entre dos países que se encuentran técnicamente en guerra, se considera la forma más viable para que la delegación norcoreana acuda a la cita olímpica.
Los países vecinos aún deben decidir otros detalles delicados de la participación norcoreana, como quién costeará los viajes y el alojamiento de la delegación. Las duras sanciones que pesan sobre el régimen de Kim Jongun por sus insistentes pruebas nucleares y de misiles restringen el transporte desde Corea del Norte por diversas vías, e impiden que el país asiático reciba financiación.
Esta presión internacional aumentará aún más tras la cumbre celebrada el martes en Vancouver (Canadá), con el objetivo de forzar a Pyongyang a que abandone su programa de armas nucleares e impedir que se salte las sancio- nes de la Organización de las Nacionales Unidas.
Los estados participantes, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia o Japón, acordaron aumentar la vigilancia marítima sobre Corea del Norte y elevar el costo que paga este país por sus repetidos ensayos de armas, aunque evitaron referirse al bloqueo naval.
Por su parte, Pyongyang, que ha insistido en que pese al acercamiento con Seúl no desistirá en su empeño nuclear, está preparando una serie de eventos militares para el 8 de febrero -la víspera de la ceremonia inaugural de los Juegos Invernales- para celebrar el 70 aniversario de la fundación de las actuales fuerzas norcoreanas.