El regreso de Wozniacki
La danesa ha recuperado el nivel con el que encabezó el ranking WTA hace siete años, y ahora como la número 2 del mundo, es una de las estrellas
Estoy orgullosa de la forma en que me enfoqué al trabajo para alcanzar mis objetivos”
Los tiempos han cambiado y ahora son tiempos felices. Caroline Wozniacki llegó al salón de entrevistas en el Melbourne Park con una mirada relajada. Venía de un juego sumamente complicado en el que milagrosamente salió con el triunfo. Pero su entrega es la que ha cambiado las cosas en el último año y medio.
En los últimos 18 meses se levantó de la posición 74 del ranking, en agosto de 2016, a ser la número dos de la WTA, una clasificación que encabezó en 2010 y 2011, y en función de cómo se den las cosas para ella, pronto podría recuperar el sitio de honor.
Ayer mostró el tamaño de su corazón con un regreso marca Wozniacki, ya que caía 5-1 y 4015 en el tercer set ante la croata Jana Fett, y se llevó el triunfo para avanzar a la tercera ronda. La danesa atribuyó ese éxito a la dedicación que le ha puesto a cada momento de entrenamiento, de preparación y de juego.
“Nadie sabe realmente todo el trabajo que le pones a cada juego para tratar de ser mejor y ganar ese punto extra, ese duelo extra”, dijo Wozniacki. “Estoy muy orgullosa de la manera en que me enfoqué al trabajo para alcanzar mis objetivos. Las cosas empezaron a ponerse de mi lado y ha sido un gran año y medio para mí. Espero que siga de esta manera”.
El tenis le puso una dura prueba cuando comenzó a caerse. Las
Me las arreglé para romperle y poner las cosas 5-2. Ahí pensé: ‘ok, sigo con vida” CAROLINE WOZNIACKI Tenista danesa
cosas no le salían, perdió juegos y no llegaron títulos. De 2012 a 2015 solo ganó cuatro torneos de los 12 en los que llegó a la final: Seúl, Moscú, Estambul y Kuala Lumpur. A pesar de eso, nunca dejó de creer en lo que era capaz de hacer.
“Sentía que no importaba cómo jugara, podía vencer a mis rivales”, continuó la danesa. “Pero creo que la sola motivación de cuando te sigues lastimando y que seguía habiendo algo que dolía, llevaba las cosas a un punto que era desmoralizador. Sientes que habías pasados dos buenas semanas, de buen trabajo y algo salía mal y tenías que volver a empezar. Creo que esa fue la parte que más me dolió, mantenerme positiva y seguir buscando la manera en que el cuerpo pudiera mantenerse estable y sano”.
Y parece que el Abierto de Australia le presentó un reto muy parecido a lo que había vivido temporadas atrás, cuando estuvo a punto de ser eliminada en la segunda ronda por la jugadora número 119 del mundo.
“Sentía que tenía un pie fuera del torneo. Ella (Fett) realizó un gran servicio a la ‘T’, pero estuvo un poco fuera, ahí tuve suerte. Entonces fue cuando pensé: ‘hazla que sea ella la que tenga que ganar el juego, no le des nada’. De esta manera, me las arreglé para romperle y poner las cosas 5-2. Ahí pensé: ‘ok, sigo con vida”.
En noviembre del año pasado, Wozniacki anunció que se comprometía con David Lee, quien fuera jugador de la NBA, lo que provocó que llegara una estabilidad fuera de las canchas.
“Tener esa estabilidad y felicidad hizo que las cosas resultaran perfectas fuera de las canchas, y evidentemente me ayudó mucho a la hora de jugar”, explicó. “Es una gran motivación tener a alguien tan relajado que siempre está feliz cerca de ti. Él (Lee) sabe que el deporte no es algo sencillo, ya que un día estás jugando muy bien y al siguiente nada te sale. Él comprende todo eso”.
Caroline Wozniacki comenzó el Australian Open con un triunfo en dos sets frente a la rumana Mihaela Buzarnescu, para después verse las caras con Fett, quien estuvo cerca, muy cerca de acabar con su participación. Ahora, ya instalada en la tercera ronda, su rival será la holandesa Kiki Bertens.