CASTILLO, UN KILLER DEL ÁREA

GOLPEO DE BALÓN:

El chileno es un delantero muy completo. Lo mismo anota en jugada, que de remate (con ambas piernas o cabeza), así como de tiro libre. El golpe de balón que tiene ha llamado la atención, al grado que desde su primer torneo en el futbol mexicano, se convirtió en el cobrador oficial de Pumas. Tiene un gran porcentaje de efectividad a balón parado. Así que para evitar que Nico anote, se deben prever varios aspectos, incluido el no cometer faltas cerca del área.

TÉCNICA INDIVIDUAL:

A simple vista, da la impresión de que Nicolás es el típico delantero definidor. Su complexión invita a creer que es solo un jugador de área; sin embargo, tal idea está muy alejada de la realidad. El atacante ha hecho gala de tener una gran técnica individual en el mano a mano para no sucumbir ante la marca de los rivales, es un jugador que combina bien la potencia con la agilidad, además, entiende muy bien su posición y sabe moverse en el momento justo o cuándo retener la pelota.

EL ÍDOLO DE LA GENTE:

Bien dice la frase de que goles son amores, y con el andino esto queda más que demostrado. En poco tiempo, se ha consolidado como el mayor referente de Pumas. Dentro del terreno de juego también traslada este liderazgo y es uno de los futbolistas de Pumas que más grita y pide el balón en los partidos. En estos semestres tan malos de Pumas, Nicolás ha sido lo más rescatable, aunque también se podría decir que ha provocado una dependencia hacia su persona.

REFERENTE DEL EQUIPO:

Cuando Nicolás Castillo no está bien se nota de inmediato en el funcionamiento de Pumas. Ahora, en el proyecto de David Patiño y ante la salida de todos los referentes de antaño, Nico ha quedado como la gran estrella de la institución y él lo asume como tal. De ser solo un goleador, ahora es una de las voces más importantes dentro del vestidor universitario. El chileno luce una gran fortaleza mental, pues aparece en cualquier tipo de compromiso.