EN LAS MISMAS. DE ÚLTIMO MINUTO, EL REAL MADRID SE IMPUSO 1-0 AL LEGANÉS EN LA COPA DEL REY
Zidane envió a su segunda plantilla para encarrilar el pase a semifinales de la Copa del Rey; sin embargo, los hombres que le dieron alegrías en el pasado, le dejaron más dudas que certezas
Zinedine Zidane volvió a confiar en su equipo B, aquél que muchas alegrías le dio el año pasado, para el duelo de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Leganés, pero sus jugadores menos habituales están en una etapa de naufragio y apenas rescataron el triunfo 1-0 de visita.
Aunque el Real Madrid consiga pasar las eliminatorias, está claro que no carbura como la campaña pasada. Fuenlabrada, primero, Numancia después y ahora Leganés, fueron los equipos que recibieron a un grupo de futbolistas que no consiguen dar un golpe en la mesa para presionar a los titulares.
YA NO SON LOS DE ANTES
De momento, el conjunto blanco ha ofrecido una imagen poco afinada. Y el jueves contra el Leganés volvió a pasar lo mismo, dejando señalados a los responsables: Theo Hernández, Marco Asensio, Marcos Llorente, Dani Ceballos y Mateo Kovacic.
El cambio de Theo respecto a la temporada pasada es algo digno de reseñar. No se parece al jugador que brilló en el Alavés; no desborda, sube por la banda sin sentido y defiende regularmente, solo tuvo un chispazo al final, con un centro a Asensio que sirvió para que el mediocampista marcara el único tanto del encuentro.
Llorente está igual. Es un espejismo de lo que fue en el Alavés; se ha convertido en un jugador gris y espeso. No arriesga ningún balón, tienen pases fáciles, genera cero desequilibrio e incluso estuvo a punto de meter un gol en propia puerta. El caso de Kovacic es similar pues tampoco aportó nada más que un fallo frente a la portería del Leganés.
Dani Ceballos no desentona en esa línea: tiene pocas oportunidades y no las aprovecha. Su tónica general parece como de un fantasma deambulando por la cancha, un mal que parece haber contagiado a Asensio.
Una vez más, como en los últimos tiempos, el mediocampista blanco pareció renegar del futbol de los primeros pasos del curso con el que se comía el mundo. Asensio va en caída libre y eso afecta al Real Madrid, que parece no querer espantar su crisis. Su anotación al final, aunque fue de buena manufactura, no esconde sus debilidades.
Parte de la culpa radica en Zidane. La campaña pasada administró mejor sus minutos con los menos habituales. Jugaban en partidos importantes y no todos a la vez. Ahora, solo salen de golpe, todos juntos; parecen desconocidos sobre el campo.
LO DEJARON AL FINAL
Real Madrid dejó encarrilada su eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey gracias a un tanto de Marco Asensio, quien salvó a los suyos al minuto 89 en un partido gris.
Los merengues comenzaron monopolizando la posesión, mientras estudiaban cómo hacer daño al rival. La situación provocó un ritmo lento con proyecciones ofensivas de los laterales y balones largos de los anfitriones.
Los blancos exhibían calidad individual sin fluidez colectiva. La ocasión más clara no llegó por mérito suyo, sino por el Leganés. Una falla de Rubén Pérez al borde del área dejó a Kovacic solo ante el portero Nereo Champagne, pero el croata, que solo necesitaba temple para definir, echó la pelota a un lado.
La segunda parte fue más de lo mismo. Como el Madrid no reaccionaba, los de casa se animaron con un centro que tocó Kiko Casilla y nadie llegó a rematar.
Cuando el partido agonizaba y los blancos se preparaban para las críticas, Asensio resolvió. Theo centró desde la izquierda para que su compañero pusiera de cara la eliminatoria. El Madrid desea que los nubarrones se vayan y vuelva la chispa.
Sí, faltó atrevimiento. ¿El peor partido? Creo que hicimos un partido serio. El resultado es bueno; marcamos el gol para ganar” Tenemos que volver a nuestro ritmo. Hoy (ayer) jugamos un poco peor que contra el Villarreal, pero anotamos” ZINEDINE ZIDANE Entrenador del Real Madrid