Tras elevar su condena, Lula quiere candidatura
“Pueden retirarme derechos”, pero “que se preparen porque vamos a volver y vamos a transformar este país”, advierte el ex presidente
Los tres jueces de un tribunal de apelación confirmaron por unanimidad la condena por corrupción y lavado de dinero al ex presidente brasileño Lula da Silva, y aumentaron la sentencia inicial a 12 años de cárcel, alejando sus aspiraciones de volver al poder.
Sin embargo, en Sao Paulo, ante una multitud enardecida, el ex presidente respondió a la condena con contundente mensaje: “Ahora quiero ser candidato a la presidencia de la República” de Brasil.
Los jueces “saben que no cometí ningún crimen”, proclamó el ex mandatario de izquierda (20032010). “Quiero que me pidan disculpas por la cantidad de mentiras que profieren sobre mí desde hace cuatro años” agregó. “Pueden retirarme derechos, no hay problema. Pero lo que yo quiero disputar con ellos es la conciencia del pueblo brasileño”, agregó con su voz rasgada, levantando una ovación.
Lula, que aún dispone de recursos para evitar la prisión, fue considerado culpable de haberse beneficiado de un apartamento tríplex ofrendado por la constructora OAS a cambio de su mediación para obtener contratos en la paraestatal Petrobras. La condena inicial era de nueve años y medio de prisión.
Los magistrados del Tribunal Regional Federal nº 4 (TRF-4) de Porto Alegre (sur) respaldaron las conclusiones del juez Sergio Moro, autor de la sentencia de primera instancia. El caso se enmarca en la llamada Operación Lava Jato sobre sobornos pagados por constructoras a políticos de todas las tendencias para obtener contratos en Petrobras. .
El aumento de la sentencia se debe al agravante de que Lula, como ex presidente, carga con una “culpabilidad extremamente elevada”, en palabras del juez Joao Gebran Neto.
Los mercados, que temen un retorno de la izquierda al poder, celebraron el fallo. La Bolsa de Tras la decisión judicial, Lula debe ser declarado “inelegible”, aunque también caben recursos que le permitirán ganar tiempo e incluso registrarse como candidato y hacer campaña. La dirección deL Partido de los Trabajadores (PT) se reunirá hoy en Sao Paulo para proclamar su apoyo a la candidatura de Lula da Silva, favorito en todos los sondeos para las elecciones de octubre próximo. Pero el PT también enfrenta graves acusaciones de corrupción contra muchos de sus principales líderes y la destitución en 2016 de la presidenta Dilma Rousseff, heredera de Lula. Sao Paulo cerró con un alza de 3.72 por ciento, a 83,680 puntos, un récord histórico.
Porto Alegre amaneció sitiada por las fuerzas de seguridad, ante el temor de choques entre los miles de partidarios de Lula presentes en la ciudad y grupos de derecha que exigen la cárcel.
Unas diez mil personas, en su mayoría jóvenes con camisetas rojas, acudieron a la marcha convocada por organizaciones de izquierda en el centro de Sao Paulo, a la cual se sumó Lula. “Salimos a la calle porque defendemos a Lula con uñas y dientes “Lula es favorito pero su candidatura es sumamente incierta hoy. Es una situación dramática para la democracia brasileña”, dijo a la AFP el politólogo Fernando Schüler, del Instituto de Investigación y Educación (Insper), de Sao Paulo. Mientras, ante el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), el presidente Michel Temer dijo que “en Brasil las instituciones están funcionando”, pese a los escándalos de corrupción, siendo él mismo objeto de investigaciones por corrupción, trabadas por el momento por gozar de fueros políticos. y porque lo consideramos como el mejor presidente de Brasil”, dijo uno de los participantes, Albingo Barzi. “Que se preparen porque vamos a volver y vamos a transformar este país”, afirmó Lula, de 72 años, mientras seguía el juicio en la sede del Sindicato Metalúrgico en Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de Sao Paulo, donde en los años de 1970 dirigió las grandes huelgas contra la dictadura militar (1964-1985).
El abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, pidió “la nulidad del proceso y de la sentencia”, por falta de pruebas. Pero según el juez Gebran Neto, el hecho de que no exista un título de propiedad del apartamento tríplex de Guarujá se debe precisamente a la intención de ocultar que Lula era el verdadero destinatario del inmueble. “El ex presidente fue uno de los articuladores, si no el principal, del amplio esquema de corrupción” en Petrobras, que fragilizó “todo el proceso político brasileño”, dijo el juez del TRF4. La condena por unanimidad reduce los tiempos de los recursos, que son solo aclaratorios, y no de fondo. m