Controversia por escultura en homenaje a víctimas
Estaba llamada a ser un símbolo de la solidaridad, pero ha acabado convirtiéndose en un regalo envenenado: es la gigantesca escultura con forma de ramo de tulipanes que el artista estadunidense Jeff Koons donará a París como homenaje a las víctimas de los atentados del 13 de noviembre de 2015.
Algunos miembros del sector cultural, como el cineasta Olivier Assayas, el artista Christian Boltanski y el ex ministro de Cultura Frédéric Mitterrand, en una columna publicada en el diario Libération cuestionaban la intención de la obra, de 11 metros de altura y unas 30 toneladas de peso: afirman que Koons se ha convertido en símbolo de un arte industrial, del espectáculo y especulativo, y su taller y sus marchantes en empresas multinacionales del lujo.
El galerista Stéphane Corréard ve en el regalo publicidad encubierta para Koons. En su opinión, para el artista el proyecto supone una oportunidad de aumentar su valor de mercado.
Tampoco ha gustado el lugar donde se colocará la escultura: el espacio elegido es la plaza entre el Palacio de Tokio y el Museo de Arte Moderno de París. El sitio no guarda relación alguna con los atentados terroristas de noviembre de 2015. Pero desde allí la su escultura gozaría de gran visibilidad al bloquear la imponente vista sobre la Torre Eiffel y el Sena. Si todo sigue como está previsto, el ramo de tulipanes sostenido por una mano y realizado en acero y bronce será instalado esta primavera.
Los cerca de 3 millones de euros en los que se calculan los costos de producción, serán financiados por el Fondo para París, iniciativa creada por la ciudad en 2015 para el mecenazgo de distintos proyectos. Por tanto, lo único que regala Koons es el diseño. m