El autoritarismo de AL, sin color ideológico: Ramírez
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, el más reciente ganador del Premio Cervantes, considera que en Latinoamérica se ha asentado un autoritarismo que “no tiene color ideológico”.
Expresó en entrevista con EFE que ese fenómeno “termina siendo lo mismo: es decir, la voluntad de alguien de quedarse en el poder, de pasar sobre la ley, de reformar a la fuerza las constituciones para que los periodos presidenciales se vuelvan indefinidos”.
En opinión del autor, ese mal “es un vicio viejo que traemos desde el siglo XIX después de la independencia de América Latina”.
Ramírez, quien fue vicepresidente de Nicaragua, añadió: “Lo que arruinó la perspectiva institucional fue la instalación de caudillos que pasaban por encima de la ley: se escribían las constituciones y encima les pasaban las patas de los caballos. Eso se sigue repitiendo en América Latina”.
Asimismo, el escritor, quien participa en el Hay Festival de Cartagena, dijo que el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, no lo felicitó cuando ganó el Premio Cervantes en noviembre del año pasado.
La relación entre Ortega y quien fue su vicepresidente entre 1985 y 1990 es hoy inexistente, ya que se mueven “en círculos totalmente diferentes”, según comentó Ramírez, que respondió con una sonora carcajada a la pregunta de si recibió la felicitación del presidente. “Yo nada tengo que ver con el poder. Él tiene que ver todo con el poder. Yo vivo encerrado en mi habitación, en mi estudio, escribiendo; publico mis libros y no hago vida pública, de manera que no tenemos modo de encontrarnos”, comentó.
Sobre su más reciente novela, Ya nadie llora por mí, que se desarrolla en Managua, Ramírez dijo que en una novela policiaca “se debe descubrir algo”, lo que sucede en su novela, donde “el inspector Morales debe llegar hasta el fondo, y resulta que nos mete en las cavernas de lo que es la parte oscura del poder político”. m