EL REY DE LA CIUDAD
Matías Alustiza es el refuerzo extranjero más efectivo que llegó a uno de los equipos capitalinos, dejando en claro que la altura no es un pretexto a la hora de dar resultados inmediatos
El tema de adaptación siempre ha sido un tema importante y de muchas críticas al momento de realizar fichajes de jugadores extranjeros; sobre todo, cuando se trata de que éstos lleguen a los equipos que residen en la capital mexicana. Sin embargo, hay un personaje que ha demostrado que cuando se trata de querer, se pueden hacer las cosas, a pesar de los factores geológicos. Su nombre es Matías Alustiza. El argentino es un viejo conocedor del futbol mexicano con cinco años de estadía en él, pero apenas para este Clausura 2018 fue fichado por Pumas convirtiéndose en el primer equipo de la ciudad al que llegó. Su arribo no tuvo precisamente todos los reflectores encima, pero sí los dimes y diretes sobre si venía o no con los del Pedregal; al final, se concretó la transacción y el delantero argentino ha cumplido la función que la directiva quería: ser un socio en el ataque para Nicolás Castillo y que la ofensiva jugara un papel primordial para dejar en el pasado los dos torneos anteriores.
Por su parte, América y Cruz Azul con bombos y platillos anunciaron a Jérémy Ménez y Walter Montoya, respectivamente, como sus refuerzos y solo el primero es quien ha comenzado a dar sus primeros resultados.
El delantero francés ha disputado solo 69 minutos, pero ya dejó destellos de su futbol. Aún con un poco de sofocación por la altura, ya firmó su primer diana. Es muy probable que conforme Miguel Herrera le vaya dando minutos, el problema de la altura quede como algo que nunca existió en el jugador galo.
El equipo que menos ha podido desquitar su inversión es Cruz Azul. Montoya ha acumulado ya cuatro partidos y en ninguno se le ha visto mejoría en su adaptación, poniendo en tela de juicio su llegada al club.
Con lo anterior, Matías Alustiza se convierte en el rey de la capital y alguien que ha demostrado que la altura de la Ciudad de México es solo un mito.