Política
La secretaría ya revisa el drenaje y alcantarillas de vías federales para evitar otra tragedia Se trata de una responsabilidad por falla al elegir a un funcionario determinado, explicó. La Dirección de Comunicación Social de la SCT reiteró que la obra es y siempre fue parte del Plan Nacional de Infraestructura y que la existencia del proyecto ejecutivo con el cual se licitó la obra constituye información pública, disponible en la Dirección General Adjunta de Proyectos de la Dirección General de Carreteras.
La existencia de este documento fue reconocida por el testigo designado por la SFP, el ingeniero Enrique Alcántara, quien acreditó, mediante testimonio del 5 de diciembre de 2014, que “por parte técnica, no existe problema ya que el Paso Express como obra nueva cumple con los requisitos de terracerías, drenajes, subdrenajes, pavimentación y obras, correspondiendo los alcances de este proyecto y su congruencia con las bases, anexos y convocatoria”.
Agrega que en la conclusión del dictamen de los peritos independientes se afirma irrefutablemente que fue la basura la que obstruyó el drenaje que formó el socavón y que existe el reporte del coordinador estatal de Protección Civil de Morelos, que determina que la oquedad fue consecuencia de la acumulación de desechos y lluvias atípicas. Al cumplirse siete meses de que se abrió el socavón, la SCT comunicó al Senado que se elaboró un Proyecto de Plan de Trabajo Insterinstitucional, y ya se revisó la totalidad del sistema de drenaje menor en las carreteras federales de Morelos.
Además, se revisan también drenaje y las alcantarillas de las carreteras federales libres para determinar su situación física y evitar nuevas tragedias. M
Una fotografía de un Nissan 350Z corriendo a 265 kilómetros por hora sobre el Periférico sur fue la primera imagen captada por los cinamómetros, radares de velocidad, instalados en Ciudad de México hace 12 años.
Era 2006 y gobernaba Alejandro Encinas. En ese año murieron atropellados o en accidentes automovilísticos mil 373 personas en las calles de la capital. Comenzaba apenas la tarea de regular las altas velocidades.
A Encinas le siguieron Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera, quienes mantuvieron los radares, el alcoholímetro, promovieron el uso de la bicicleta, la Visión Cero y el programa de fotomultas.
En el camino, grupos de la sociedad civil empujaron y consiguieron que la Asamblea Legislativa aprobara una Ley de Movilidad que invirtió la jerarquía en las calles y puso al peatón como prioridad. También consiguieron un nuevo Reglamento de Tránsito que redujo las velocidades y elevó las sanciones para los infractores.
Año con año, desde entonces, las muertes han ido a la baja: 2014 (833), 2015 (739), 2016 (626) y 550 personas en 2017. Aún son demasiadas muertes, pero cada vez menos.
Al calor de las campañas, sin embargo, los aspirantes a jefe de Gobierno prometen acabar con las fotomultas y reducir el monto de las abusivas —así les llaman— infracciones.
Son Claudia Sheinbaum, la aspirante de Morena, y Mikel Arriola, de la coalición encabezada por el PRI. No están solos en esa causa, en Veracruz Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes ya las quitaron.
Son políticos que, o ignoran las consecuencias de una medida de ese tipo, o a sabiendas la toman. Es una decisión criminal, que condena a inocentes a morir y se mide sin error alguno, trágicamente.
Si el problema es el negocio, el porcentaje que se lleva la empresa, renegociemos el contrato, cambiemos al proveedor o invirtamos fondos públicos en un sistema propio, pero no tiremos el agua de la tina con todo y niño, no peleemos con ni despreciemos a la tecnología.
En aras de conseguir votos el populismo, no importa si es de derecha o de izquierda, puede acabar con lo que se ha conseguido. Rectifiquen, hay tiempo.
De antemano, candidatos, si insisten en despreciar lo que esta Ciudad de México y su sociedad han logrado avanzar en una década, no contarán con mi voto el 1 de julio.
Espero que tampoco con el de miles más que han entendido que no es convirtiendo las calles en tierra de anarquía como habremos de evitar las muertes viales. M