Fracking, revolución energética inminente
Está por registrarse en México la revolución de los yacimientos energéticos no convencionales que, con base en cálculos oficiales, podría garantizar la seguridad energética nacional.
¿Qué quiere decir eso? Que en virtud de la explotación de tales recursos, México podría revertir la caída en la producción de petróleo y gas y el aumento consecuente de sus importaciones.
Los yacimientos no convencionales, entre otros, se refieren a la explotación vía el fracturamiento hidráulico (conocido en inglés como fracking) de aquellos, diferentes a la exploración y explotación de petróleo y gas que se ha realizado hasta ahora en nuestro país.
Un dato puede dar idea de la dimensión de lo que representan estos yacimientos no convencionales: más de la mitad de los recursos prospectivos de petróleo y gas del país se encuentran en no convencionales: ¡60 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente! Estos recursos son superiores a la producción acumulada de petróleo en toda la historia del país (100 años) y podrían satisfacer la demanda actual por hasta 60 años.
Otro dato impresionante: de la riqueza petrolera que aún se mantiene en el subsuelo nacional, 53 por ciento está en yacimientos no convencionales. La noticia es que México cuenta con un extraordinario potencial de explotación de sus yacimientos energéticos no convencionales.
México ocupa el sexto lugar mundial en volumen de recursos provenientes de este tipo de yacimientos.
Los hidrocarburos que pueden extraerse de los yacimientos no convencionales equivalen a 4.1 veces la producción histórica total de aceite y gas del mega yacimiento Cantarell. Hay que recordar que éste yacimiento fue considerado como uno de los más productivos del país. El pronóstico del secretario de Energía,
Pedro Joaquín Coldwell, es que si México aprovecha estos yacimientos no convencionales con racionalidad y buenas prácticas, se detonará una derrama económica formidable en beneficio de los habitantes de las regiones petroleras de todo el país.
La explotación y los yacimientos no convencionales mediante el fracking, por el uso intensivo de agua que requiere, ha sido rechazada en distintas partes del mundo, y muy probablemente México no será la excepción.
Sin embargo, ésta industria del fracking ha evolucionado y ha permitido que EU en una década pasara de importador a exportador de energéticos, y Argentina está en un proceso similar.
Por primera vez en 50 años, EU produce más crudo que Rusia y Arabia Saudita. México tiene el potencial geológico para iniciar su propia revolución con la explotación de sus yacimientos no convencionales. Sin duda, tiene una gran oportunidad. Ojalá no la desperdiciemos o la retardemos como la reforma energética. ¡Al tiempo!