Juegos Olímpicos con tensión
Por mucho que celebren los ideales más nobles, la península coreana es el lugar más peligroso”
Por una parte, los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang ofrecen un espectáculo de solidaridad mundial y espíritu deportivo. Deportistas y artistas norcoreanos viajarán a Corea del Sur, su archienemigo, para dar una imagen de cooperación que podría aliviar la ansiedad mundial por la posibilidad de una guerra nuclear. Kim Jong-un, el jefe de Estado de Corea del Norte, ha anunciado planes de visitar Corea del Sur por primera vez. El vicepresidente estadunidense Mike Pence estará allí también.
Sin embargo, ciudadanos surcoreanos enfurecidos se han enfrentado a la policía antimotines para protestar por la presencia de los norcoreanos. El régimen del Norte ha respondido calificándolos de “una cuerda de psicópatas”. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insiste en que su país “recuperará la grandeza de antes” y recurre a Twitter para insultar al líder norcoreano.
Las repercusiones de los vaivenes políticos que rodean estos Olímpicos se sienten alrededor de un planeta agobiado por la incertidumbre y el caos.
Decir que el mundo está lleno de contradicciones y conflictos no es nada nuevo, pero esta semana, cuando están por comenzar los Juegos de Invierno de Pyeongchang, en una de las regiones más conflictivas del planeta, esa gran verdad parece más patente que nunca.
Cuando se encienda el pebetero el viernes en el estadio Olímpico de Pyeongchang, será una de muchas conflagraciones ardientes en todo el mundo, si bien las demás no son tan celebratorias.
“Es difícil hablar de estas olimpiadas sin tener en cuenta que por mucho que celebren los ideales más nobles en estos momentos, la península coreana sigue siendo el lugar más peligroso del mundo”, declaró Mark Hertsgaard, autor de The Eagle’s Shadow: Why America Fascinates and Infuriates the World (La sombra del águila: por qué Estados Unidos causa tanta furia en el mundo).
Como dicen los organizadores
Autor de
del tradicional evento, los Olímpicos son una gran oportunidad de dejar a un lado las tensiones políticas y concentrarse en la competencia saludable con un propósito noble: el de exhibir las mejores destrezas de mente y cuerpo, afiladas con mucha disciplina y trabajo.
A decir verdad, eso sí está ocurriendo en Pyeongchang, como por ejemplo con el equipo de hockey femenino, combinado con jugadoras de las dos Coreas.