Golpea deterioro de EU a armadoras japonesas
De no ser por los réditos de la reforma fiscal y la debilidad del yen, Toyota, Nissan y Honda verían un peor panorama
En la superficie parece que los fabricantes de automóviles más grandes de Japón están en una buena racha, ya que se dirigen hacia utilidades récord. Pero el panorama de fuertes ganancias para los principales grupos automotrices del país es engañoso.
Si no fuera por las ganancias excepcionales de la reforma fiscal de Donald Trump y la debilidad del yen, los ejecutivos automotrices de los tres grandes grupos japoneses —Toyota, Nissan y Honda— admiten que enfrentarían un panorama mucho más incierto.
Las dificultades no son solo para los japoneses. Si bien el panorama es mejor en Asia y Europa, toda la industria lidia con un deterioro de sus márgenes en Estados Unidos, el mayor mercado para la mayoría de las automotrices.
Pero los factores adversos en EU afectan de una manera particularmente fuerte a los grupos automotrices japoneses. El año pasado las ventas de vehículos en EU cayeron por primera vez desde la crisis financiera, y se esperan nuevas caídas en 2018 en comparación con 17.2 millones en 2017 y 17.6 millones en 2016.
Sin los 845 mil millones de yenes (7 mil 700 millones de dólares) combinados que ganaron las tres automotrices a través de los recortes en las tasas de impuestos corporativos de EU en el trimestre de octubre a diciembre, y las condiciones favorables por el tipo de cambio, enfrentarían un desempeño subyacente muy lejos de ser sólido.
El entorno más difícil obligó a las automotrices japonesas a iniciar enormes campañas de reducción de costos, mientras luchan por mantener el ritmo de las nuevas formas de movilidad para formar alianzas con rivales de tecnología, desde Amazon hasta Uber. “No hay ninguna razón para ser optimistas”, dice Takaki Nakanishi, ex analista de Merrill Lynch, quien dirige su propio equipo de investigación.
“Tanto los márgenes de utilidades como los mercados llegan a su pico y las empresas tienen que fortalecerse para prepararse rumbo a la próxima tendencia a la baja”.
De manera significativa, las automotrices japonesas se encontraron en desventaja debido a que su fortaleza está en los vehículos de pasajeros, lo que significa que no se beneficiaron tanto como sus rivales estadunidenses como General Motors por el cambio de los consumidores de EU hacia los vehículos utilitarios deportivos (SUV) o camionetas pickup, que son más rentables.
Por ejemplo, se espera que los incentivos de ventas de Toyota que subieron en un promedio de 600 dólares por vehículo agreguen 140 mil millones de yenes en costos anuales, de acuerdo con el grupo automotor.
La semana pasada, el fabricante de automóviles más grande de Japón también pronosticó una ganancia de 31 por ciento en su utilidad neta anual después de que elevó su pauta a un récord de 2.4 billones de yenes. Pero sin el beneficio fiscal de EU de 292 mil millones de yenes, quedaría por debajo de su récord anterior.
En el nivel de utilidad de operación, Toyota pronostica un aumento de 10 por ciento año con año, pero sus utilidades van a caer 2.8 por ciento sin las ganancias relacionadas con el tipo de cambio. “Me daría una calificación reprobatoria”, dijo Koji Kobayashi, el recién nombrado director financiero de Toyota, cuando le preguntaron sobre la nueva pauta.
En el trimestre de octubre a diciembre, Toyota también presentó una caída de su utilidad operativa en Norteamérica de 73 por ciento en comparación con el año anterior, para llegar a 27 mil millones de yenes.
Sin embargo, la automotriz tuvo un mejor desempeño en Europa, donde su utilidad de operación subió 12 por ciento con un ligero aumento en las ventas, mientras que las utilidades en otras partes de Asia subieron 3.1 por ciento. obligó a automotrices a iniciar grandes campañas para reducir los costos bajas en comercialización de autos, en comparación con los dos años previos
El jueves, Nissan dijo que espera que su utilidad neta suba a un récord de 705 mil millones de yenes, en comparación con el objetivo anterior de 535 mil millones de yenes para el año fiscal que termina en marzo, tras el impulso de 207 mil millones de yenes de la reforma fiscal de Trump.
Pero la segunda mayor automotriz de Japón, que forma parte de la alianza con la francesa Renault y con Mitsubishi Motors, redujo su guía de utilidades de operación por segunda vez en tres meses, ya que le afectó el aumento de inventario en EU y los costos relacionados a su escándalo de inspecciones en Japón. “Nos dirigimos hacia utilidades récord, pero no tenemos la intención de decir que es un gran resultado”, dijo Joji Tagawa, vicepresidente corporativo de Nissan, en una conferencia de prensa en Tokio.
Nissan, cuya oferta de descuentos es muy agresiva con la finalidad de aumentar la participación de mercado en EU, admitió sin rodeos que calculó mal la demanda del consumidor.
Su utilidad operativa trimestral en Norteamérica cayó 37 por ciento, para llegar a 16 mil 900 millones de yenes, y redujo 2.3 por ciento su objetivo de ventas de vehículos de todo el año en la región. Los incentivos de ventas, que llegaron a ser mayores de 4 mil dólares por vehículo, afectaron la rentabilidad. “Claramente le dimos demasiada importancia al crecimiento en EU, así que vamos a cambiar nuestro enfoque otra vez a la rentabilidad, la fortaleza de marca y la calidad de ventas”, dijo Tagawa.
Honda, el tercer grupo automotor más grande de Japón, también dijo que esperaba que su utilidad anual supere por primera vez la marca de un billón de yenes, aunque solo con un aumento de 346 mil millones de yenes por las exenciones al impuesto corporativo de EU.
También sugirió que es probable que China supere a EU como su mayor mercado en los próximos años, ya que la fuerte demanda en China y otros mercados asiáticos compensan el nivel sin cambio de las ventas de América del Norte.