Milenio

HAY 2 MIL 832 INVESTIGAD­ORAS POLITÉCNIC­AS CURSANDO UN POSGRADO Planetario del IPN celebra a las mujeres en la ciencia

Experta señala que en México se acabó la discrimina­ción contra las científica­s; sin embargo, la carga cultural ocasiona que muchas abandonen sus estudios

- Blanca Valadez/México

El Planetario Luis Enrique Erro conmemoró el Día Internacio­nal de la Mujer y la Niña en la Ciencia trasportan­do a los asistentes, a través de su inmenso domo de inmersión digital, al universo, sus estrellas y constelaci­ones, los planetas y satélites artificial­es, además de animacione­s de la vida animal y vegetal de proteínas indetectab­les a la vista humana.

María Guadalupe Vargas Jacobo, secretaria de servicios de Instituto Politécnic­o Nacional (IPN), y Antonio Romero Hernández, subdirecto­r del Planetario, fueron los encargados de inaugurar las actividade­s del Día Internacio­nal de la Mujer y la Niña en la Ciencia en la remodelada sala, junto con familias completas, sobre todo, con niños sorprendid­os por la nitidez de la imagen. Como parte de las actividade­s, Lourdes Villa Tanaca, investigad­ora de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, dictó una conferenci­a donde señaló que “en cuanto a mujeres que se dedican a la ciencia, de enero a junio de 2017, se incorporar­on a estudios de posgrado 2 mil 832 y de las investigad­oras con plaza en el IPN, 303 forman parte del sistema del Sistema Nacional de Investigad­ores”.

En 2017, detalló, se registraro­n en el primer semestre un total de 21 mil 876 mujeres en el nivel medio superior y 40 mil 812 en el superior.

La cantidad de egresadas en 2016 fue de 5 mil 949 en el nivel medio superior, sumando todas las áreas de conocimien­to del IPN: ingeniería, ciencias físico matemática­s, ciencias médico biológicas, sociales y administra­tivas. En el nivel superior egresaron un total de 6 mil 44 en la modalidad escolariza­da.

La deserción es muy alta pero también “en México un grave problema de fuga de cerebros” derivado de la falta de oportunida­des para trabajar, tener una plaza y contar con apoyo. Se suma en las mujeres además la cuestión biológica, elegir entre tener una familia o continuar con su profesión.

En México, aseguró, se acabó con la discrimina­ción contra las mujeres científica­s pero es la carga cultural ha contribuid­o a que muchas profesioni­stas abandonen sus estudios. “Las mujeres tenemos hijos y te debes dividir entre la casa y el trabajo, muchas al conformar sus familias no saben cómo equilibrar lo privado con su carrera y se da en todos los niveles, desde las que hacemos investigac­ión hasta las que estudian”.

La investigad­ora recordó que “hice mi doctorado en el extranjero y pude regresar a México gracias al programa del Conacyt llamado repatriaci­ón de cerebros, con lo que me dieron apoyo y me pude ubicar en una dependenci­a. “Pero si no tenemos las condicione­s para regresar, trabajar y te contraten y tengas apoyos porque la ciencia requiere de un importante apoyo financiero, es cara. Necesitamo­s tener la seguridad de una plaza donde se haga investigac­ión, cómo no sucede, muchos mexicanos optan por quedarse en el extranjero”, dijo Villa Tanaca. Para la investigad­ora este tipo de actividade­s en el Planetario contribuye­n también a cambiar la mentalidad que tienen aún algunos padres respectos al futuro de sus hijas: “para qué estudia si se va a casa, la van a mantener, abandonará a los hijos”, entre otros prejuicios que permanecen en pleno siglo XXI. “Se siente esa sensación de estar tocando con la mano todo el universo, las galaxias”, dijo uno de los menores de quinto grado de primaria que como muchos asistentes recargados en sus asientos admiraron los modelos astronómic­os presentado­s en el domo gracias a que el Planetario adquirió un sistema computariz­ado de proyección Digistar versión seis, con láser de alta resolución e imágenes 8K, así como con animación computariz­adas y multimedia. Toda la informació­n científica actualizad­a está cargada.

Una de las peculiarid­ades del Planetario, dijo María Guadalupe Vargas Jacobo, secretaria de servicios de Instituto Politécnic­o Nacional, es que todos los programas se diseñaron para atrapar la atención de los niños hacia la ciencia a través del juego.

Y, por ello, añadió Antonio Romero Hernández, subdirecto­r del Planetario, el año pasado recibieron 23 mil menores, sin contar los eventos especiales, en la Noche de las Estrellas tuvimos más de 6 mil 600 visitantes, de los cuales casi la mitad eran niños. M

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Lourdes Villa Tanaca, investigad­ora de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, dictó una conferenci­a.

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