A cuatro años de su muerte evocan a Federico Campbell
Su viuda donará mil libros al Cecut, además de que El Equilibrista y la UNAM publicarán una selección de sus ensayos más íntimos
En los días de frío se aparece un mal al que muchos temen, en especial porque se ha llevado ya a bastantes personas entre fiebre y estornudos. Una de ellas fue Federico Campbell, un hombre que soñaba con ser telegrafista, como su padre, como lo confesó en varias ocasiones.
Hace cuatro años partió el tijuanense, quien empezó a escribir de la descomposición social cuando en México no se hablaba del tema, “y lo hizo no solo a través de los crímenes obvios que podían ocurrir en nuestra sociedad, sino también de los discursos políticos que los hacían posibles”, recordaba Juan Villoro.
“Este es uno de los grandes méritos de Campbell: haber entendido cómo el lenguaje puede ser cómplice del delito, cómo los discursos no solo sirven para desenmascarar, sino para distorsionar, encubrir y justificar”, añadió el escritor (MILENIO, 16/02/15).
Con el propósito de recordar a Campbell se realizan diversas actividades. Entre ellas se encuentra la proyección del documental Federico Campbell. Las claves de la memoria, que se realizó en el cine Tonalá de Tijuana, donde se narra la historia de la Tijuana que le tocó vivir de adolescente y cómo se fue transmutando en su mítica Ítaca. En la cinta se hace referencia a su entorno familiar y literario, y se trata su quehacer como escritor, periodista y crítico, en el que exploró los claroscuros del poder y del sistema en el que delincuentes, empresarios y políticos son “hermanos de sangre”.
También describe sus aportaciones en la naciente nueva literatura española del siglo XX, su entrañable relación con Juan Rulfo y Leonardo Sciascia, y su afecto por la literatura intimista. Finalmente, el amor profundo de un hombre que recreó y creó su Ítaca-Tijuana que en el tiempo convirtió en la amada e inalcanzable República de las Letras.
“Entendió cómo el lenguaje puede ser cómplice del delito”, explica Juan Villoro
También se concretará la donación de más de mil volúmenes de poesía, teatro y guiones de cine que su viuda, Carmen Gaitán Rojo, hizo al Centro Cultural Tijuana (Cecut). Esta selección la realizó el propio Federico Campbell; muchos de sus libros le fueron dedicados por escritores como Juan Gelman, David Huerta, José Emilio Pacheco y José Luis Martínez, entre otros.
El Equilibrista, en coedición con la UNAM, publicará un volumen de sus ensayos con los textos más íntimos del autor.
La selección corrió a cargo de Vicente Alfonso, quien, junto a Jaime Muñoz, han preparado la edición de una plaqueta con testimonios sobre Campbell de autores como Carmen Boullosa, David Huerta, Élmer Mendoza, Juan Villoro y Martín Solares.
Ganador del Premio Bellas Artes de Narrativa de Colima en 2000 por su novela Transpeninsular, Federico Campbell recibió el Premio Nacional de Literatura Letras de Sinaloa 2011 y en ese mismo año se hizo acreedor de la Medalla de Bellas Artes.
Autor de títulos como Infame turba, La memoria de Sciascia, La clave Morse y Tijuanenses, quien fuera colaborador de MILENIO también fundó la editorial La Máquina de Escribir, en la que dio la oportunidad de publicar por vez primera a jóvenes escritores. m