EN DEFENSA DELREGUETÓN
Por decir que el reguetón es música de delincuentes, Aleks Syntek ya perdió su puesto como embajador de la UNICEF, cientos de y media cabellera. A su postura se unió Susana Zabaleta al decir que es “música pendeja”. Aquí desmentimos a ambos:
El reguetón no puede ser pendejo porque, según la octava acepción del diccionario de la RAE, “pendejo” significa “especie de calabaza”, por tanto, el reguetón podría ser, en todo caso, una especie de popó pero no de pendejada. El reguetón tampoco puede ser pendejo por sí solo, pues es un simple género musical. Así, los pendejos serían las personas que lo producen, lo cantan o lo bailan, más no el ritmo en sí mismo. En tal circunstancia, es asunto del psiquiatra definir el estado mental de cada involucrado, no nuestro. El reguetón no es música para vándalos porque para eso está la banda, ritmo iconico del narco. ¿Se imaginan al Chapo o algún priista bailando “Despacito”? No. Tal vez a algún priista sí, pero seguro fue porque se la fusiló para su campaña. El reguetón no puede inspirar asesinatos ni violaciones por el simple hecho de reproducirse, es el contexto el que engendraría esa intención en su público. Si acaso, el pop es el culpable de miles de parejas disfuncionales por creer en el amor romántico, y ahí está Pablo Alborán en el pinches número uno de las listas y nadieee haceee nadaaa. Que para los chicos bailar reguetón simule un coito con mucho ritmo y nueve meses después llegue una bendición, no es culpa del reguetón (a menos que así le digan al Brayan), sino de la mala educación sexual que se imparte en las escuelas, donde el soundtrack está a cargo de Daddy Yankee, Maluma, J Balvin, etc.