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The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia quedó muy lejos de lo que es la serie de Netflix; al final, es un juego del montón, poco divertido y de nula espectacularidad
febrero de 2018 Rafael García y Fernando Santillanes/Ciudad
Netflix tiene una serie animada muy divertida y llena de acción llamada The Seven Deadly Sins o, Los sietes pecados mortales. Esta serie relata la aventuras de unos caballeros muy poderosos que se enfrentan a las fuerzas demoniacas que pretenden dominar el mundo; en verdad, es uno de los mejores anime que tiene Netflix que se han visto en los últimos años. La popularidad del manga (obra original) y anime (derivado del manga) fueron tales que Bandai Namco decidió lanzar un juego exclusivo para el PlayStation 4 basado en esta trama, el pequeño problema es que en el proceso de desarrollo, se les perdió toda la emoción e intensidad de la serie, quedándose en un título que apenas resulta divertido.
El juego es más bien del género brawler, que son todos aquellos donde avanzas golpeando a todos los enemigos hasta llegar a un jefe final. Aquí las etapas se dividen en tres: niveles donde hay enemigos de menor nivel, pero en mayor cantidad, duelos donde peleas contra los personajes más importantes de la serie y de búsqueda donde hay que recolectar items importantes.
Si bien el juego sigue muy de cerca los eventos como ocurren en la serie, es un poco tedioso brincar de un nivel a otro, haciendo lo mismo sin tener una recompensa real. Esta forma de dividir el combate rompe con la diversión, pues ni son escenarios tan extensos ni el combate tan refinado, es decir, hay algunas fallas en los golpes, saltos y movimientos especiales; bien pudieron haber puesto todo en un solo nivel para hacerlo más atractivo.
Es cierto que puedes hacer cosas como crear armas y accesorios con los objetos que recolectas, pero no se siente como un sistema de progreso que recompense tu esfuerzo, más bien, como algo que se les ocurrió para que no se sintiera tan vacío.
En lo que respecta a los gráficos tampoco hay mucho que destacar, que de hecho, es otra cosa que también decepciona un tanto, pues ni siquiera se tomaron la molestia de usar alguna técnica como cel shading para hacer que se viera como la serie animada. Al final, The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia termina por ser un juego del montón que nos queda a deber diversión y espectacularidad; si por lo menos hubiera aportado algo más a la trama o nos hubiera adelantado algo de los episodios que aún no se estrenan, se le hubieran podido dar unos puntos más a su calificación, pero lo triste es que ni eso, por lo que la recomendación de la semana es que eviten gastar su dinero en un videojuego que les ofrece muy poco por él.