Con nuevas perspectivas
Tampa Bay lleva cuatro temporadas perdedoras al hilo, pero la calidad de sus abridores puede cambiar todo
Chris Archer dijo que las Rayas de Tampa Bay podrían tener la mejor rotación de Grandes Ligas. Las palabras del as del equipo estaban aún frescas cuando, en 72 horas, el equipo prescindió de uno de los componentes de ese grupo al traspasar a Jake Odorizzi a los Mellizos de Minnesota por un torpedero que estuvo en Clase A en su cuarta campaña en Ligas Menores.
Fue la más reciente transacción gestada por su gerente general, Erik Neander, como parte de una transformación del roster que aumentó en los primeros días del campamento de pretemporada. Es la estrategia que hermana a los dos clubes del estado de Florida, ya que los Marlines de Miami han hecho otro tanto con el suyo. Pero lo realizado en Tampa Bay ha sido un caso aparte.
Todo comenzó en diciembre, cuando se desprendieron del tercera base Evan Longoria, enviando al último eslabón del equipo que perdió la Serie Mundial de 2008.
Desde el 14 de febrero, día que abrieron su pretemporada, concretaron cuatro transacciones de importante calado.
Para desconcierto de sus aficionados, los que empacaron maletas fueron varias de las piezas más destacadas en su personal.
Las Rayas buscan subsistir como sea, obligadas a actuar des- piadadamente por su condición de estar en uno de los mercados más pequeños de las Mayores.
Pese a todo, han logrado un banderín de la Liga Americana, clasificarse cuatro veces a los playoffs y emerger sobre .500 en seis de las últimas 10 temporadas en una División Este en la que compiten contra el inmenso poder económico de Yanquis de Nueva York y Medias Rojas de Boston.
Pese a los canjes y perder al abridor Alex Cobb y al primera base Logan Morrison en la agencia libre, insisten que darán pelea.
“Yo no mezclo las dos cosas”, comentó el dueño principal Stuart Sternberg sobre las maniobras recientes. “Haremos lo necesario en pro del mejor interés de la organización. Eso implica darle a este equipo la mejor oportunidad de competir todos los años”.
La defensa y la rotación abridora han sido los elementos determinantes para mantener al equipo en la lid. Y ambos serán otra vez esenciales en las alineaciones del mánager Kevin Cash.
Afrontan 2018 inmersos en una racha de 560 juegos consecutivos en los que el abridor no pasaba de los 30 años de edad. Archer (29 años), Blake Snell (25), Jake Faría (24), Nathan Eovaldi (28) y Matt Andriese (28) son los cinco pautados para iniciar la campaña, con Yonny Chirinos, José de León y Ryan Yarbrough tocando la puerta.
“Es un grupo dinámico”, dijo Archer, quien viene de su tercera campaña seguida cubriendo al menos 200 innings. “Tenemos mucha profundidad. Vamos a tener a tres o cuatro lanzadores en Triple A que podrían estar abriendo en las Mayores con varios equipos”.