Doshi obtiene el Pritzker por el compromiso social de su obra
El indio se cuenta entre los discípulos de Le Corbusier y Louis Kahn; “mi trabajo es extensión de mi vida, mi filosofía y mis sueños”, dice
El arquitecto indio Balkrishna Doshi (Pune, 1927) fue galardonado con el Premio Pritzker 2018 por mostrar durante su extensa carrera un profundo compromiso social unido al respeto a la tradición e historia de su país.
De esta manera, el Premio Pritzker continuó este año con su reconocimiento de la arquitectura que integra pragmatismo y humanismo al galardonar al arquitecto indio, de 90 años.
Balkrishna ha sido capaz “de interpretar la arquitectura y transformarla en construcciones que respetan la cultura oriental, a la vez que mejoran la calidad de vida en India”.
Al arquitecto, planificador urbano y educador durante los últimos 70 años, el jurado le reconoce “su excepcional arquitectura”, “su compromiso y su dedicación a su país y las comunidades”, “su influencia como profesor” y que ha sido siempre un excelente ejemplo “para profesionales y estudiantes de todo el mundo”.
Doshi “ha exhibido continuamente los objetivos del Premio Pritzker en su más alto grado y ha practicado el arte de la arquitectura con sustanciales contribuciones a la humanidad durante más de 60 años”, señala el jurado, cuyo fallo fue anunciado en Chicago por el presidente de la Fundación Hyatt, Tom Pritzker. “Mis obras son una extensión de mi vida, mi filosofía y mis sueños, que me han llevado a crear una cámara del tesoro para el espíritu arquitectónico”, dijo Doshi y aseguró que debe el galardón a su “gurú”, Le Corbusier, con quien trabajó en la década de los 50. “Sus enseñanzas me llevaron a cuestionar mi identidad y me forzaron a descubrir nuevas expresiones contemporáneas adoptadas a nivel regional para desarrollar un hábitat holístico sostenible”, explicó Doshi en declaraciones recogidas por la Fundación Hyatt.
Agradeció con “humildad” un reconocimiento “tan conmovedor y gratificante” a su trabajo. Esto reafirma mi creencia de que la vida celebra cuando el estilo de vida y la arquitectura se funden”, resaltó el arquitecto.
Su arquitectura “explora las relaciones entre las necesidades fundamentales de la vida humana, la conexión con uno mismo y con la cultura, y la comprensión de las tradiciones sociales, dentro del contexto de un lugar y su entorno, y a través de una respuesta al modernismo”.
Influenciado en sus primeros trabajos por Le Corbusier y Louis Kahn, Doshi se centró después en la arquitectura de India y unió construcciones prefabricadas con la artesanía local, sin seguir tendencias y con “un profundo sentido de responsabilidad y un deseo de contribuir a su país y su gente a través de una arquitectura auténtica de alta calidad”.
Ha realizado proyectos como Aranya Low-cost Housing en Indore, que proporcionó alojamiento a 60 mil personas con un sistema de casas, patios y pasillos laberínticos; el Instituto Indio de Management en Bangalore, inspirado por ciudades y templos tradicionales de India; el Instituto de Indología de Ahmedabad, y el complejo de casas Vidhyadhar Nagar Masterplan, en Jaipur.
Tras estudiar en Bombay, viajó a Reino Unido para enrolarse en el Instituto Real de Arquitectos Británicos, mientras en París trabajó cuatro años con Le Corbusier. Regresó a su país en 1954 y durante varios años supervisó proyectos del arquitecto francosuizo en Chandigarh. En Ahmedabad colaboró con Kahn, otra de sus grandes influencias en los primeros años en la industria. m