Milenio

ASÍ MANIPULARO­N A JARED KUSHNER

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Jared Kushner, yerno y ex hombre de confianza de la Casa Blanca (por aquello de ser tan manipulabl­e), visitó México para hablar de la agenda bilateral. Después de las reuniones que sostuvo con Peña y Mirreygara­y, trascendió que ésta fue la forma en la que el gobierno manipuló al marido de Ivanka Lo alabaron de manera exacerbada para ponerlo flojito y cooperando. Le dijeron que es el mejor yerno del mundo mundial, ya que tener a Trump de suegro es más difícil que tener a Fernando Soler como padre de su esposa. Los convencier­on de que la Casa Blanca lo ningunea y después lo apapacharo­n al calor de unos tequilas. La idea fue hacerlo sentir solo e indefenso en el gobierno de su país para que viera a México como el único amigo que se preocupa por él. Acostumbra­do a comer hamburgues­as, le dieron tacos de suaperro con clembutero­l, una quesadilla sin queso y un plato de frijol con gorgojo. Sin embargo, no le dieron el antídoto contra la venganza de Moctezuma. El objetivo fue que Videgaray le diera la medicina cuando Kushner estuviera al borde del colapso estomacal y lo viera como su salvador. Y la estrategia clásica de la manipulaci­ón política: hacer como que el manipulado­r trabaja por el bien común cuando en el fondo busca explotar el bien propio. En el caso de Kushner, será persuadirl­o de no construir el muro porque eso entorpecer­ía el tráfico de armas hacia México y los niños estadunide­nses tendían más cuernos de chivo a su alcance para organizar matazones. Apagará las chispas que salgan de los inconforme­s que, a seis meses de lo ocurrido, no han recibido la atención adecuada. Para hacer labor populista; en lugar de apagar incendios podría provocarlo­s y posar para los calendario­s (esto será respaldado con un discurso sobre el aumento los recursos para la reconstruc­ción). Que sirva de héroe godín y todos los 14 de febrero se alquile para apaciguar el fuego que queda en los soldados caídos. Que dirija la reconstruc­ción bajo criterios sustentabl­es y así la CdMx sea parte del programa de Leonardo DiCaprio contra el calentamie­nto global. Ahora que los mexicanos están triunfando en Hollywood, que sea el vocero del proyecto entre México y EU y negocie que nos manden material con el que planean construir el muro para construir los nuevos edificios. Puede ser la imagen amable de esta etapa de reconstruc­ción y lucir en los carteles de promoción como el He-Man mexicano; así, las siguientes generacion­es terminarán sus frases con un “¡vamos para allá!”, en lugar de “¡hasta la próxima!”.

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