UN CLAVADISTA CON SUERTE
ÉRIKA MONTOYA
Apartir de hoy, Jonathan Paredes podrá presumir que fue uno de los 12 primeros clavadistas de altura en presentarse en la emblemática avenida Paseo de la Reforma de la Ciudad de México compitiendo ante lo más selecto de su especialidad. Como capitalino, eso es motivo de “muchísimo orgullo”. “Esto (presentarse ante su gente) ni siquiera lo soñé. Esto va más allá de todo lo que me pude haber imaginado. Jamás se me ocurrió por todos los temas que conlleva realizar un evento así, pues para empezar creíamos que necesitábamos un río o un lago, lo cual ya vimos que no es necesario. Yo estoy muy contento porque la gente de aquí podrá ver el orgullo con el que los representamos”, dijo en entrevista con La Afición el clavadista que inició su camino en la Feria de Chapultepec y a con 28 años de edad es el actual número uno del mundo.
Esto llega en un gran momento para ti, para tu carrera. La oportunidad de presentarte como campeón del mundo...
Afortunadamente, los clavados es un deporte que ha brindado muchísimos buenos resultados para el país. Representar a México, siendo el actual campeón del mundo de la serie más importante y estando enfrente, pues yo creo que vamos a romper el récord de asistencia, de los míos, creo que funcionará para que más niños les guste y les motive, ya no tanto clavados de altura... con que hagan deporte. Eso es fundamental.
Este domingo demostrarás la gran diferencia de alturas, las personas podrán dimensionar lo que ustedes hacen en esas plataformas de más de 27 metros...
Ahí es donde viene el peligro. Viene la palabra que marca toda la diferencia. De 10 a 27 metros. Estamos hablando de que son 17 metros más de altura, de que estamos saltando al aire libre y todo te cambia completamente. Eso es lo que marca la diferencia. Normalmente, un clavadista está acostumbrado a llegar a una alberca y encontrarse con las mismas condiciones, siempre. Todo es igual. No te vas a encontrar con un árbol ni con una señora vendiendo tortas o la Estela de Luz a un lado. Ellos siempre encuentran con lo mismo, esa es la diferencia con nosotros, para nosotros cada lugar es diferente, puede tener mayor peligro, pero al final siempre será un escenario diferente.
¿Qué tan grande será el papel de las emociones cuando estés en esa plataforma?
En este momento no lo siento tal cual, estoy emocionado y creo que eso está acaparando todo lo que puedo sentir. Espero mantener los pies en la tierra y enfocar la mente en lo que tengo que hacer, porque va a ser mucha presión. Mucha gente estará ahí. Tal cual, la verdad, es que no siento ninguna presión sobre mis hombros, sin embargo sé que estará ahí. Lo puedo asegurar, pues yo lo que quiero es dar un buen papel, lucir con los míos. Lo comentaba hace poco, con este evento para mí ya está todo hecho. El poder presentarme ante mi gente es algo que se quedará en mi cabeza por el resto de mis días.
¿Supongo que ya viste la plataforma?
Tenía muchas ansias de ver cómo se veía, yo quería dimensionar como se veía desde arriba y que lo logré me sudan las manos nada más de pensarlo. Va a estar muy complicado, pero creo que lo vamos a hacer muy bien.
¿Tan feo se ve desde ahí arriba?
Bastante. Si ves hacia el Castillo (de Chapultepec) y Reforma, no se ve tan feo, pero si ves hacia la alberca, sí se ve bastante feo. Veo la alberca como Bugs Bunny saltando al vaso de agua, literal.
¿No te da miedo?
Muchísimo. El miedo siempre estará ahí para respaldarte. Creo que el miedo es parte de generar ese respeto. El miedo te genera ese respeto que tú necesitas para realizar este deporte. No puedes perder el miedo, porque una vez que lo pierdes ya no hay respeto a lo que haces. Es siempre bueno tenerlo y controlarlo.