Los candidatos con los banqueros
Los aspirantes entienden que el encuentro con ese sector no es de votos, es un aval de quienes encabezan las instituciones clave en la economía; es un sector conservador y su opinión cuenta más allá de lo que valen sus instituciones
Al menos los banqueros tuvieron la sensibilidad y el sentido común de invitar a los candidatos de partido y a los independientes. Es deseable que el INE haga un exhorto a todos quienes promuevan eventos con candidatos presidenciales, que hay seis precandidatos y eventualmente seis candidatos. De por sí las reglas, las prerrogativas y los tiempos son claramente funcionales a los candidatos de partido.
Los candidatos entienden que el encuentro con los banqueros no es de votos, es un aval de quienes encabezan las instituciones clave en la economía. Es un sector conservador y su opinión cuenta más allá de lo que valen sus instituciones, que no es poco. Los candidatos independientes, quizá porque todavía no ingresan propiamente a la contienda, no aprovecharon de la mejor manera el escenario: Margarita estuvo debajo de su potencial; Jaime Rodríguez ganó el aplauso y Ríos Piter dejó una muy grata impresión.
La confianza no se pide, se gana. Es explicable que López Obrador haya tenido una postura más defensiva en cuanto al miedo que despierta en empresarios y directivos. El problema no son las amenazas de expropiación y las nacionalizaciones, tampoco los impuestos, sino una visión estatista y un presidencialismo providencial. López Obrador es un caudillo, pero a diferencia del pasado, cuyos semejantes suscribían un laicidad y pragmatismo, él presenta un proyecto moral y con tintes místicos. La religión no es problema, tampoco que políticos o gobernantes hagan explícitas su creencias, la dificultad se presenta cuando se asume un mandato trascendente y de superioridad moral a todo y todos, incluso respecto a las instituciones.
En la opinión pública y en la élite hay complacencia. López Obrador ha hecho planteamientos que demandan reserva, si no es que rechazo. Su oferta de amnistía a criminales es inaceptable; de igual forma, incorporar en la lista de candidatos al Senado en lugares privilegiados a personajes impresentables como Napoleón Gómez Urrutia, esto merece repudio, más por el sector empresarial por la amenaza que representa a una de las actividades más importantes y prósperas de la economía. Del evento queda el señalamiento con tintes de amenaza de lo que habría de ocurrir si el resultado le fuera adverso.
José Antonio Meade se sentía entre los suyos y de alguna manera lo estaba. Los medios consignan que la suya fue la mejor presentación. Su planteamiento sobre la informalidad merece más atención, no solo por referir a la excepcionalidad fiscal de quien encabeza las intenciones de voto, sino por la magnitud del
El tabasqueño ha hecho planteamientos que demandan reserva, si no es que rechazo, y su oferta de amnistía a criminales es inaceptable
problema y la necesidad de una acción gubernamental más comprometida para abatir un problema creciente y con severas implicaciones en materia de justicia y seguridad pública, no solo por razones económicas.
El tema de la inseguridad fue central en su mensaje y especialmente su propuesta de controlar y reducir el comercio y tenencia de armas de alto poder. Sería útil que la iniciativa se extendiera al ámbito de la relación bilateral, de manera tal que pudiera haber mayor participación de las autoridades estadunidenses en la venta de armas, más ahora cuando en la sociedad del vecino país, por razones propias, ha aumentado la exigencia de mayor control en este comercio.
Ricardo Anaya planteó la autonomía del Ministerio Público a manera de aludir a la investigación en la que ha estado envuelto, tuvo que encarar el reclamo de esclarecimiento sobre la investigación en curso, ampliamente difundida por el PRI en la impugnación al candidato del Frente. Anaya hizo diversos planteamientos respecto a sus adversarios; entre otros, el desconocimiento de López Obrador de la Constitución; sin embargo, la atención pública se centró en el incidente de la PGR, lo que revela la dificultad del candidato de salir de la controversia para reemprender lo que había sido una exitosa estrategia.
El encuentro revela la necesidad de mayor escrutinio por la sociedad sobre los candidatos y sus propuestas. Es positivo que los sectores organizados den espacio para el voto informado; empero, debe haber mayor y mejor cobertura informativa, asimismo, los sectores interesados deben ampliar su potencial para cuestionar y demandar de los candidatos mayor precisión y desarrollo de las propuestas. El modelo comunicacional consistente en promocionales en medios concesionados y debe ser reemplazado por el debate y la presentación de posturas y posiciones respecto a los temas que más preocupan en la sociedad.
Las campañas en su expresión formal todavía no han iniciado. Será hasta el fin del mes cuando puedan emprender el despliegue publicitario a través de la excesiva propaganda aludida. El perfil de las intenciones de voto puede tener modificaciones; queda de relieve que el mejor medio para alcanzar un voto informado no es la publicidad y la propaganda, es el debate. M