NUEVO LÍDER.
Aunque Sébastien Ogier tiene cinco títulos en fila en el WRC, en el Rally México ha visto cómo la atención se ha centrado en su antiguo rival, Sébastien Loeb
Sébastien Ogier aprovechó una avería de Sébastien Loeb para desbancarlo de la cima del Rally México
El francés Sébastien Ogier luchó por años por quitarse la estela de su compatriota Sébastien Loeb y lo consiguió creando su propia leyenda en el Campeonato Mundial de Rallies con cinco títulos, a la caza de los nueve del otro galo.
Ogier se convirtió en el dueño del WRC desde 2013, cuando por fin obtuvo su primera corona, pero en estos días ha revivido ese agrio recuerdo con la presencia de Loeb en la parrilla. El veterano de 44 años ha acaparado la atención de todos los involucrados y ha respondido en las calles de Guanajuato con una actuación inesperada para alguien que estuvo tres años alejado del serial.
Otra vez Loeb le quita los focos a su tocayo, el campeón defensor, aunque Ogier insiste en que está feliz por volver a ver a su compatriota en los caminos. “Hubo tensión en su momento, ya que ambos teníamos el objetivo de ser campeones del mundo, hay muchos ejemplos en el automovilismo de cuando tienes dos pilotos que pelean por la misma meta en el mismo equipo”.
Para Ogier la historia comenzó en 2008. Mientras Loeb acababa de ganar su cuarto campeonato, otro francés apareció en escena en el Campeonato Junior del WRC, con un auto Citroën, en el equipo France FFSA; la categoría se corre al mismo tiempo que el serial mayor y Sébastien envió un mensaje desde su debut, en México, cuando fue octavo.
“Siempre estoy contento de regresar. Hace 10 años fue mi primer evento en WRC y también mi primera victoria Junior, fue un gran inicio, como un sueño y de inmediato me enamoré de México. He tenido más triunfos y podios aquí, es un rally que siempre disfruto”, recordó, ya en Guanajuato.
Con el título Junior en ese año, recibió la primera oportunidad en la categoría mayor, con un Citroën en el Rally de Gran Bretaña, donde ganó la primera etapa, antes de abandonar por una falla mecánica.
En 2009, consiguió su primer podio en Grecia y al año siguiente comenzó a dejar su huella, con terceros lugares en México y Alemania, segundos en Nueva Zelanda y Finlandia, y sus primeros triunfos en Portugal y en Japón, para terminar en el cuarto lugar del campeonato que ganó Loeb.
Para el 2011, Ogier pasó al equipo de fábrica de Citroën, en lugar del español Dani Sordo, sería compañero del campeón y podrían competir directamente por las victorias casi con el mismo auto; la disputa comenzó pronto, en la segunda fecha (México) cuando el Sébastien más joven arrancó primero en la última jornada, pero tuvo que abandonar y el triunfo fue para su compatriota.
Ogier dominó las dos fechas siguientes, pero Loeb respondió de la misma forma, intercambiaron triunfos hasta Gran Bretaña, cuando a pesar de no concluir, el veterano sumó un nuevo campeonato, el octavo consecutivo.
La relación entre los franceses se deterioró con el paso del calendario y el momento decisivo llegó cuando Loeb renovó con Citroën hasta 2013, por lo que Ogier anunció su salida del equipo en noviembre y unos meses después firmó con Volkswagen, aunque después de ser tercero en WRC, cayó hasta el décimo en la nueva escuadra.
LA ERA OGIER
En 2013, Loeb decidió ausentarse del WRC y solo compitió en cuatro carreras, eso le abrió las puertas al otro galo, que comenzó su propia era tras los nueve títulos del veterano.
Dominó el campeonato con nueve victorias, para coronarse por primera vez con 290 puntos y empezar a quitarse la sombra de su compatriota.
Se convirtió en el rostro del WRC con la coronación también en 2014, 2015 y 2016, aunque tras esa campaña Volkswagen anunció que se retiraba del serial, por lo que Sébastien tuvo que buscar nuevos horizontes. Los encontró en M-Sport Ford, donde nada pareció cambiar, porque en su primer Rally, en Montecarlo, se impuso, luego fue segundo en México y Francia, ganó Portugal. Con 232 unidades se quedó con su quinto título en fila.
“Ha sido un gran viaje. Hace 10 años hubiera firmado para conseguir menos que esto, con cinco campeonatos, uno más en la categoría Junior, victorias y buenos tiempos, pero es el pasado, nos tenemos que enfocar en el presente y el objetivo es estar adelante”, explicó.
En este 2018, tras un par de fechas disputadas, se ubica segundo del campeonato, a 10 puntos del belga Thierry Neuville (Hyundai) y vuelve a ser el favorito para coronarse y ampliar su legado a seis títulos; pero en el camino se encontrará dos veces más con Loeb, que no aspira a ser campeón pero que le quita los focos, como en México.
“Voy en cada rally con la esperanza de poder luchar por el primer lugar, será difícil, me siento bien y estoy motivado, como siempre; hay que ver el panorama general y obtener el máximo de puntos posibles para el campeonato”, concluyó el campeón, a la sombra de la leyenda.
En el rally todo puede pasar, tenemos que hacer el trabajo, aunque lo que he logrado es importante” SÉBASTIEN OGIER Piloto de M-Sport Ford