Dos orejas al buen ganado
La herencia se fortalece. La sexta generación ganadera de la familia González de Tlaxcala nos hace sentir que la fiesta sigue viva y seguirá. Muy buen ganado entendido por el galo Lagravere y Hermosillo, quienes cortaron una oreja cada uno. Pastor se fue de vacío sin desmerecer.
Ganado de Santo Tomás, criado por Sergio Hernández Cossío, miembro de la sexta generación tlaxcalteca de ganaderos de sangre brava en este país, perteneciente a la ilustre familia González.
El primero en turno fue para André Lagravere. Vestido de solferino y oro, se vio decoroso con muleta y hay que agradecerle que en todo momento quiso darle muletazos largos y no cortitos aislados. Invitó a Pastor a banderillear después de un vistoso quite. Tras certero estoconazo, le concedieron una oreja, protestada por algunos. Con el cuarto, ocurrió un extraño accidente, cuando el picador Cesar Morales soltó el estribo y el novillo al derrotar, le campaneó el estribo, pegándole en la cara y le dejó inconsciente. En la lidia, André se volvió a mostrar voluntarioso, sin embargo, este novillo no tuvo la calidad ni le dio las facilidades que le ofreció su primero. Mató de entera caída y se retiró en silencio.
El hidrocálido José María Pastor, hijo del matador Cesar, vestido de corinto y oro, mostró un buen concepto de su toreo y se ve que está bien preparado. Se vio centrado y templado por ambos lados. Desafortunada- mente falló con los aceros en dos ocasiones previas al estoconazo que fulminó. Escuchó un aviso y despidieron al noble novillo con aplausos. En el quinto, empezó muy seguro de pies y cabeza, sin embargo, al transcurrir la faena, se fue desdibujando un tanto, comprendiendo que su novillo no tenía la calidad del segundo. Mató aguantando con una entera atravesada. Se fue sin cortar oreja estando muy cerca de lograrlo.
El tercer espada fue José María Hermosillo, de sangre de toro y oro, espigado quien se dio vuelo con el buen novillo que le tocó en suerte. Hilvanó largos y sentidos muletazos que pusieron de pie a los asistentes a la Plaza México.
Mató de entera meritoria y cortó una merecida oreja. Destacó Christian Sánchez en banderillas. Con el que cerró plaza, otro buen novillo de Santo Tomás donde se vio decoroso pero no fue certero al matar. Lamentablemente perdió premio alguno para rematar su tarde.
Notable ganado de Santo Tomás que dejó lucir a la tercia. El público invitó al ganadero y su mayoral a compartir el halago. Estos novilleros aparentan tener futuro. La fórmula será repetirlos para ir hacia adelante.