May sugiere la participación de Rusia en ataque a ex espía
Skripal y su hija continúan en estado crítico por envenenamiento
La primera ministra británica, Theresa May, aseguró que es “altamente probable” que Rusia haya tenido responsabilidad en el ataque contra un ex espía de ese país y su hija en Reino Unido, elevando la tensión con Moscú, a cuyo gobierno exigió una respuesta en 24 horas.
May declaró ante el Parlamento que los expertos confirmaron que el veneno utilizado contra el ex espía Serguei Skripal y su hija era un “agente nervioso de nivel militar desarrollado por Rusia”.
El agente de la serie Novichok es una sustancia producida en la ex Unión Soviética entre 1970 y 1980, y se considera uno de los más peligrosos.
Además, la primera ministra informó que Reino Unido llamó a consultas al embajador ruso en Londres para demandar una explicación por la presencia de la sustancia, también prometió discutir con el Parlamento una potencial medida contra Rusia si no se aclaran los hechos. “Si no hay una respuesta creíble, llegaremos a la conclusión de que esta acción equivale a un uso ilegítimo de la fuerza por parte del Estado ruso contra Reino Unido”, apuntó.
Según May, hay dos posibles explicaciones detrás del uso del gas nervioso: que fue utilizado en una “acción directa por parte del Estado ruso” o que Moscú “perdió control” de sus provisiones del veneno.
El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, demandó al embajador ruso que “proporcione inmediatamente una información total y completa del programa Novichok a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ)”, dando de límite hasta hoy.
Por su parte, el Ministerio ruso de Exteriores rechazó las declaraciones de la premier. “Este es un show circense en el Parlamento británico”, señaló la portavoz del ministerio María Zajárova, y consideró que la respuesta de Londres al caso es una “campaña mediática política basada en la provocación”. “Ustedes deberían primero tener claras las cosas y luego lo discutiremos con ustedes”, declaró a la BBC el presidente ruso, Vladímir Putin, al ser interrogado sobre si su país era responsable por el envenenamiento.
El 4 de marzo, el ex espía ruso Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, fueron encontrados inconscientes con síntomas de envenenamiento, cerca de un centro comercial de Salisbury, en el sur de Inglaterra. Desde entonces están hospitalizados en estado crítico.
El ex coronel del servicio secreto ruso fue condenado en Rusia por espiar para Reino Unido y puesto en libertad en 2010 en un canje de espías con Estados Unidos.
El caso recuerda a la muerte del ex agente de inteligencia ruso Alexander Litvinenko, que murió en 2006 tras ser envenenado en Londres. Las investigaciones británicas determinaron que Litvinenko fue asesinado por ex agentes rusos. m