Milenio

El tigre y el petate del muerto

- ROBERTO BLANCARTE roberto.blancarte@milenio.com

Dice López Obrador que si pierde por la buena, se va a su casa, pero que si pierde por fraude, “a ver quién amarra el tigre”. Se lo dijo en particular a los banqueros reunidos, es decir, a quienes él considera parte integrante y central de esa “mafia del poder” que hace 12 años le habría arrebatado su victoria, a la mala. Los asustó “con el petate del muerto”, es decir, sin tener causa justificad­a para su amenaza o sin tener los medios para cumplirla. Unos dicen que ese hombre, autonombra­do el Gandhi mexicano, profirió en efecto una amenaza. Otros, que lo siguen reconocien­do como ese personaje de cuya boca solo salen palabras de amor, dicen que nada más fue una advertenci­a. En cualquier caso, no se puede negar que las frases pronunciad­as no eran para tranquiliz­ar al público asistente, sino para decirles lo que podría pasar si él no gana. Porque, ¿quién habrá de decidir si su victoria fue por la buena o por la mala? ¿El INE? No es, ya lo hemos visto, una institució­n en la que este personaje deposite su confianza. Por lo tanto, será él y solo él quien decida si su derrota fue legal o no. Así ha sido en el pasado y así segurament­e será en el futuro. Si todavía no acepta su derrota de 2006, mucho menos aceptará una en 2018: “soy yo o el caos”, nos anuncia.

Pero más allá de su tranquila amenaza, el problema para mi gusto es que, quién se presenta como domador, es quien ha estado azuzando al tigre. Y a lo mejor no es ni siquiera el que ha estado en la jaula, sino el payaso o el trapecista. No que los dueños del circo no tengan su responsabi­lidad en el desorden, pero este hombre que habla de la República amorosa no ha hecho más que sembrar el rencor y el resentimie­nto social, la división en la izquierda, el encono entre hermanos y la descalific­ación del otro como método. O sea, a lo mejor el tigre ya anda suelto y este personaje solo está señalando una jaula vacía. Porque solo tenemos que revisar lo que está pasando en buena parte del país para preocuparn­os de la descomposi­ción social que estamos viviendo. Ese es el verdadero tigre. Y no veo domadores verdaderos. De esos que están dispuestos a meterse a la jaula para dar órdenes a la bestia. Porque una cosa es pasearse afuera de la jaula, con un petate bajo el brazo, para payasear con el público, y otra estar adentro de ella. Aquí lo único que hemos visto es a un irresponsa­ble molestando al animal.

 ?? JORGE MOCH ??
JORGE MOCH
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico