MURIÓ EL GENIO STEPHEN HAWKING
El físico, cosmólogo y divulgador de la ciencia inglés tenía 76
Poco después de cumplir 21 años, en 1963, los médicos le dijeron a Stephen Hawking que padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y calcularon que le quedaban un par de años de vida; sin embargo, el físico británico sobrevivió a su enfermedad, comúnmente letal, durante 11 lustros en los que acumuló varias investigaciones de vanguardia, cátedras, libros de divulgación científica y premios de prestigio mundial, hasta ayer que falleció a los 76 años.
A pesar de que quedó completamente paralizado por su enfermedad, el egresado y catedrático de Cambridge escribió de manera lúcida sobre los misterios del espacio, el tiempo y los agujeros negros, y los explicó tan claramente en sus obras, como Una breve historia del tiempo, que se volvió un éxito de ventas a escala internacional, convirtiéndolo en una de las mayores celebridades del mundo científico desde Albert Einstein.
Anuncio y reacciones
“Estamos profundamente tristes porque nuestro querido padre haya fallecido hoy”, declararon Lucy, Robert y Tim, hijos del profesor Hawking, en un comunicado publicado por la agencia británica Press Association. “Fue un gran científico y un hombre extraordinario cuyo trabajo y legado perdurarán muchos años. Su valentía y persistencia, con su brillantez y su humor, inspiró a gente de todo el mundo”, aseguraron sus hijos, quienes concluyeron el comunicado afirmando: “Lo extrañaremos siempre”.
La noticia fue dada a conocer después de las 9 de la noche (hora de México) y minutos después de que invadió las redes sociales las reacciones de divulgadores de ciencia no se hicieron esperar. “Su muerte ha dejado un vacío intelectual a su paso. Pero no está vacía. Piensa en ello como una especie de energía al vacío que impregna el tejido del espacio-tiempo, que desafía la medida”, escribió el astrofísico Neil Degrasse Tyson en su perfil de Facebook.
Martín Bonfil Olivera, de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM y columnista de MILENIO, comentó en entrevista que “Hawking fue, además de uno de los físicos teóricos más influyentes de las últimas décadas, una de las figuras públicas de la ciencia que más influyó en la cultura popular. Llegó a sustituir la clásica imagen de Einstein como el científico prototípico, con apariciones en series como Star Trek, Los Simpson y The Big Bang Theory, así como documentales y películas sobre su vida”.
El físico británico no solo escudriñó los misterios del universo, como los agujeros negros, y los publicó en sus investigaciones. “Además de su importantísimos aportes a la ciencia, fue un exitosísimo divulgador... Ayudó a despertar en muchas personas lo que Carl Sagan llamó ‘la llama del asombro’. Dejará un enorme hueco en la imagen pública de la ciencia”, concluyó Bonfil.
Una vida normal
“Traté de llevar una vida lo más normal posible y no pensar en mi enfermedad o lamentar las cosas que me impide hacer, que no son tantas”, escribió el mismo Hawking. Trató... pero su vida distaba mucho de ser normal.
Entró en diversas polémicas. Después de que malinterpretaran un escrito suyo para sostener la existencia de Dios, en 2010 señaló en su libro El gran diseño: “Lo que quise decir cuando aseguré que conoceríamos ‘la mente de Dios’ era que comprenderíamos todo lo que Dios sería capaz de entender si acaso existiera. Pero no hay ningún Dios. Soy ateo. La religión cree en los milagros, pero estos no son compatibles con la ciencia”.
No obstante, sabía conciliar y tenía respeto por los creyentes, incluso, se reunió con el papa Francisco en noviembre de 2016 y desde 1986 fue miembro de la Academia Pontificia de las Ciencias.
Con su voz robótica subrayó la importancia de la ciencia, defendió el derecho a la eutanasia, advirtió sobre los riesgos de la inteligencia artificial y avaló la lucha contra el cambio climático. Pero también tomaba la vida con humor y solía contar chistes sobre ciencia como: “Dos antenas satelitares se casaron… La ceremonia estuvo más o menos, pero la recepción fue fantástica”. M